Siguen los tapones, y con ello más propuestas de taxis voladores
Sin importar dónde nos movamos -Nueva York, Londres, Bogotá o Santo Domingo- una cosa es segura: los tapones no cesan, con todos los problemas de logística y el estrés que representan.
Sin importar dónde nos movamos -Nueva York, Londres, Bogotá o Santo Domingo- una cosa es segura: los tapones no cesan, con todos los problemas de logística y el estrés que representan.
La humanidad lleva alrededor de 100 años obsesionada con la idea de vehículos voladores, y todo parece indicar que ese viejo sueño está bastante cerca de hacerse una realidad factible, cortesía de diseños que son cada vez más simples y orientados a uso individual.