Siendo el caso que Google lleva algunos años insistiendo con el concepto de carros autónomos y que varias ciudades de Reino Unido pronto iniciarán un programa piloto para los fines, poco sorprende en la actual edición de CES en Las Vegas, que se celebra hasta el viernes, Mercedes-Benz haya presentado su propia propuesta: el modelo F 015.
Descrito por la compañía como un sedán de lujo que integra sistema híbrido impulsado en su parte eléctrica por hidrógeno, una de las cosas que más llama la atención en F 015 es el diseño, completamente futurista y, comparado a otras propuestas autónomas, atractivo. Una serie de paneles touch y sensores forman parte vital del vehículo, que al ser autónomo debe tomar en cuenta la distancia de otros vehículos, condiciones del pavimento y presencia de personas o otros obstáculos.
La carrocería de F 015 está hecha de una combinación de fibra de carbón, aluminio y acero. Los tanques que almacenan el hidrógeno son de plástico reforzado con fibra de carbón. El interior acomoda cuatro asientos, mientras que un sistema de luces LED indica cuando F 015 está siendo conducido por una persona (luces blancas) y cuando está en modo autónomo (luces azules). El sistema eléctrico híbrido da para recorrer 1,100 kilómetros en una sola carga: 900 kilómetros con las celdas de hidrógeno y 200 kilómetros con la batería.
El concepto de vehículo autónomo
Sin duda F 015 es un vehículo que llama la atención, pero, ¿cuál es el punto de un vehículo autónomo? Hay gente que compra vehículos por el placer de manejar más que por la necesidad de transporte. Un concepto de esta clase automáticamente anularía ese placer. La visión, compartida por Google, Mercedes-Benz y otros reconocidos fabricantes, es que los vehículos autónomos tiene el potencial de aumentar los niveles de seguridad en las vías.
El ser humano es propenso a cometer errores, y esta es la razón por la que a lo largo de las décadas se han ido automatizando funciones, siendo un buen ejemplo de ello los vehículos que integran algún mecanismo para asistir al conductor en su labor de estacionamiento. Algunos modelos van más lejos y hacen el trabajo completamente por su cuenta. Hay asimismo una presencia cada vez mayor de sensores y pantallas que alertan respecto a la proximidad de obstáculos y que corrigen la dirección que lleva el conductor.
Prototipo de vehículo autónomo de Google
En buena teoría un vehículo autónomo estaría lo suficientemente equipado y preparado como para evitar colisiones y tapones, al tiempo que respetaría los cruces peatonales. Después de todo, la gente, con su estrés, prisa e imprudencia, es la causante de los problemas que solemos encontrar en las vías. Ahora bien, nada es infalible y por eso se plantean escenarios a nivel legal para determinar como proceder en caso de que uno de estos carros autónomos provoque algún tipo de accidente. ¿Quién sería el responsable? ¿Quién iría preso en caso de muerte?
Claro está, un escenario donde los vehículos autónomos sean la norma dista mucho aún, sobre todo en países como República Dominicana, donde abundan las chatarras ambulantes y donde un sistema autónomo probablemente se de por vencido a los cinco minutos en respuesta a la exagerada cantidad de obstáculos que va a encontrar y los AMETs que sustituyen semáforos en perfecto funcionamiento solo porque sí.
