A 649 dólares en su versión de 16 GB, desbloqueado y sin impuestos incluidos, el iPhone es cualquier cosa, menos barato. Aún cuando ha disminuido su participación de mercado ante la competencia que representa Samsung con sus equipos Android, aún cuando Apple ha visto sus ganancias por unidad disminuir y aún cuando las acciones de la compañía han bajado considerablemente, el iPhone sigue siendo una referencia a nivel de smartphones. Este, después de todo, fue el equipo que revolucionó esa categoría de mercado seis años atrás.
Si hay algo que caracteriza a los equipos de Apple, es que estos no son baratos, no importa que se trate de un smartphone, una tableta o un simple accesorio. Son productos costosos, de alta gama, con un acabado impecable en la mayoría de los casos y un diseño atractivo que denota que se ha prestado atención al más mínimo detalle. Por estas características, y por el hecho de que no se puede comparar al alcance de una compañía como Microsoft, los productos de Apple tienden a verse como un símbolo de estatus, algo exclusivo y que hasta cierto punto forma parte de un culto.
¿Estará a punto de cambiar esta dinámica? Desde hace meses se rumora que Apple va a sacar este año una versión “económica” del icónico iPhone, con algunos reportes apuntando a un precio no mayor a los 100 dólares, mientras que otros dicen que costaría alrededor de 400 dólares.
Analizando el caso
¿Qué hay de cierto en todo esto? Hasta ahora, y como es habitual, no hay confirmación alguna por parte de Apple. La semana pasada, cuando se presentaron los resultados trimestrales de la compañía, se dio a entender que vendrán nuevos lanzamientos para otoño, pero sin ningún detalle concreto. En consonancia con esta línea de tiempo, se dice que ese iPhone barato sería introducido el próximo mes de septiembre, y ya hasta tiene nombre: iPhone 5C, a juzgar por una foto publicada por el site chino WeiPhone, donde supuestamente se muestra la caja de plástico que se usaría en ese modelo.
La idea de un iPhone barato es una que tiende a dividir las opiniones. Por un lado, la mera idea de un producto “barato” de Apple va en detrimento de su filosofía y su reputación. Por otro lado, está la cuestión de que el mercado de smartphones ya alcanzó su punto máximo a nivel de penetración, al menos en mercados desarrollados. Como suele suceder, ahora los ojos están puestos sobre mercados emergentes, y de ahí es que sale la idea de un iPhone barato.
¿Tiene sentido sacar un iPhone barato para Apple? Depende de como se mire. Desde el punto de vista de su filosofía y reputación, la respuesta es NO, aunque esto es relativo y depende de qué tan barato se contemple el equipo resultante. Un Smartphone de Apple en 400 dólares sería algo aceptable, no tanto así uno de 100 dólares.
Es cierto que la economía mundial está en malas y que en esos mercados emergentes el poder adquisitivo es menor. También es cierto que productos de mediana y baja gama tienen más salida que los de alta gama, sobre todo en esos mercados. Sin embargo, las marcas asociadas a estatus raras veces hacen caso a estos factores y raras veces bajan la calidad de sus productos para atender a las necesidades de un público menos pudiente.
Para finalizar el tema, una última pregunta: ¿cómo afectaría a la actual base de clientes el lanzamiento de un iPhone más barato? Una vez más, va a depender del precio. De seguro a ninguna persona que haya pagado casi 700 dólares por su iPhone de última generación le gustaría toparse con que aquel que le limpia los zapatos también tiene un iPhone, pero considerablemente más barato.
Quizás para que haga sentido y tenga éxito, el rumorado Smartphone barato de Apple deba llamarse de otro modo que no sea iPhone.