No importa cuál sea el proveedor del cable, el internet o el teléfono, la queja entre usuarios dominicanos es la misma: servicio muy malo a cada nivel, con el agravante de que nadie -y eso incluye a las autoridades- responde ante los incesantes reclamos.
La mala situación del servicio es notoria en conversaciones diarias, donde nunca falta una queja, y en redes sociales, donde la gente ha dedicado interminables tuits, actualizaciones y hasta artículos de blogs denunciando un mal que lleva años, y quizás décadas, manifestándose.
En Twitter las menciones a Indotel y Proconsumidor no dan abasto. Las encuestas que intentan medir quien ofrece el peor servicio arrojan poca luz porque todos los participantes coinciden en que ninguna de las empresas de telecomunicaciones que operan en la República Dominicana valen la pena.
Las quejas son variadas y van desde lo más básico -cobertura y buena señal-, hasta lo más delicado: servicio al cliente, donde desde hace unos años se ha convertido en la norma un servicio apersonal y mecánico, provisto por insulsas grabaciones que en ocasiones dejan al cliente sin armas en una batalla que está más perdida que ganada.
A modo de ejemplo, un caso de Telecable de Tricom
Decía un conocido anuncio que no hay vida sin Telecable, y esta es una afirmación que en la última semana residentes en Gascue han podido confirmar.
Resulta que desde la madrugada del miércoles 3 de febrero, justo después de un micro apagón de Edeeste -sumamente comunes por los lados de la subestación César Nicolás Penson- el Telecable se fue, para no volver. Desde ese día, residentes en la zona han llamado, y la respuesta hasta ayer era la misma: “nuestro sistema no registra avería alguna”.
Tan malo y desconsiderado es el servicio de Telecable de Tricom que solo cuando pasaron 72 horas de uno de esos reportes decidieron ellos “escalar” el reclamo. El sábado 6, antes de las 9 de la mañana, una grabación de Tricom llamó en su habitual estilo insulso para pedir que se esperara al teléfono a uno de sus magníficos representantes de servicio. Una vez habló la persona, informó que un técnico pasaría “a cualquier hora del día”.
Estimados lectores. ¿Creen ustedes que pasó el dichoso técnico en algún momento? Ese sábado se dejaron de hacer diligencias atento a que el técnico venía, y no ocurrió nada de eso. El domingo tampoco, a pesar de que se llamó a la compañía para reclamar por un servicio que ha pasado de lo malo a lo absurdo.
Todavía hoy, lunes 8 de febrero, 6:30 p.m., el Telecable no ha vuelto a dar señales de vida. La única diferencia es que finalmente Tricom, luego de haber negado insistentemente la existencia de una avería, admitió que la misma es real y que es “masiva” en el sector de Gascue. Todo eso está muy bien, pero, ¿quién compensa a los clientes que durante una semana han estado sin servicio y que reciben negativas de parte de sus representantes?
Esta situación no es única de Tricom ni de los residentes de Gascue. Sin importar el proveedor, los clientes tienen la misma queja generalizada: servicio malo, atenciones nulas y cero consideración. Estas compañías son expertas en atrer público y mientras lo tienen en su poder, todo muy bien. Desde que las cosas empiezan a salir mal, se esconden y la ponen muy difícil para cancelar cualquier cosa. Así no vale.
¿Pondrá alguien algún día el orden a nivel de las telecomunicaciones locales? Estos servicios dan vergüenza, y es tarea del Indotel hacer algo al respecto.
ACTUALIZACION. A las 7:00 p.m. del lunes 8 de febrero reapareció el Telecable en Gascue después de casi una semana.