La impresión 3D es cada vez más dinámica y accesible gracias a productos como MakerBot Replicator y servicios como Voodoo Manufacturing, con sede en Nueva York. Ahora Glowforge aumenta el nivel al implementar el enfoque de manufactura sustractiva.
¿Qué es?
Tradicionalmente la impresión 3D sigue un proceso de manufactura aditivo en el que se van formando los objetos capa por capa. La materia prima es algún tipo de resina de polímero que da como resultado elementos hechos a la medida, de un material resistente, y, en el caso industrial, de costos menores en comparación con otros métodos.
El proceso de manufactura sustractiva que propone Glowforge es exactamente lo contrario: los objetos se tallan con una cortadora láser que también puede hacer grabados sobre la materia prima. A diferencia del método tradicional, la base de los objetos no se limita a una resina, lo que significa que puede emplearse cualquier cosa, desde madera y tela hasta cartón y papel.
Así como hay mayores opciones a la hora de elegir la materia prima para imprimir los diseños, que bien pueden someterse directamente a la máquina con ayuda de sus sensores ópticos o a través de un software diseñado para los fines, Glowforge también propicia mayor variedad de objetos resultantes, sin importar lo complicado que sea su diseño.
Un éxito de crowdfunding
Como muchas cosas de este tiempo, Glowforge es el resultado de, entre otras cosas, una exitosa campaña de crowdfunding que rompió records en Kickstarter. Esta es de hecho la campaña que más ha recaudado en 30 días, llegando a sobrepasar 27 millones de dólares.
¿A qué se debió este entusiasmo? En primer lugar, la idea es magnífica y va dirigida tanto a uso industrial como individual, con un producto pulido que parece funcionar a la perfección y que promete además simplicidad en cuanto a su interfaz. Si a esto agregamos las posibilidades de impresión, que son mayores y más precisas que las disponibles en propuestas basadas en manufactura aditiva, entonces se entiende que Glowforge sea un caso de éxito.
Por supuesto, una impresora de estas no sale barata: 2,395 dólares en preorden para la versión básica. El precio de cualquier máquina de impresión 3D suele ser alto porque aún no se ha masificado su uso, similar a como ocurrió con los teléfonos celulares en su momento. Es esta la razón de ser de negocios como Voodoo Manufacturing, que ofrece impresión 3D escalable y asequible al contar con 100 unidades de MakerBot Replicator.