Se repite la historia de la ensalada de papas, pero esta vez la campaña en cuestión tiene el noble objetivo de protestar contra lo que se considera una medida injusta por parte de una institución que concentra demasiado poder en Reino Unido.
El proyecto que vemos aquí busca recaudar la mayor cantidad de fondos posibles para hacer exactamente lo que dice el título: una película que muestra el proceso de secado de una pared recién pintada.
¿Para qué es esto? Charlie Lyne, un joven cineasta británico, desea someter a la Junta Clasificadora de Filmes de Reino Unido (BBFC por sus siglas en inglés) a la tortura de ver un largometraje de estas condiciones con el doble propósito de hacerles justificar los altos honorarios que cobran y protestar por lo que parecen ser estrictas reglas que fácilmente resultan en una censura.
Donde quiera que hay organismos reguladores pasa la misma cosa: concentran un poder inusitado que puede ser sorteado por aquellos que tienen influencia y recursos. Es lo que pasó en Hollywood en su era dorada y es lo que sigue pasando en muchas otras partes. Quizás la excepción, por el lado de la censura al menos, sea República Dominicana, donde la industria cinematográfica apenas arranca y hay un marcado interés de fomentarla.
Volviendo a esta campaña de crowdfunding en Kickstarter, Lyne ofrece el detalle de que para someter una película a la aprobación de la BBFC hay que pagar un honorario de 101.50 libras esterlinas (155 dólares) y añadir a eso 7.09 libras esterlinas por cada minuto de duración. Quiere decir que someter una producción de un minuto requiere de una inversión de 108.59 libras esterlinas, 109 para redondear, justamente la meta inicial del proyecto de Lyne.
Los planes de Lyne son sencillos: de recaudar las £109 requeridas hará una película de un minuto de duración. A medida que aumentan los fondos, aumenta la duración del filme.
Como ya la recaudación va por £2,940 se calcula que “Paint Drying” tendrá una longitud de seis horas, 40 minutos y 21 segundos. Una de las metas expuestas en Kickstarter es romper el récord de 775 minutos (algunas 13 horas) de duración de la producción más larga jamás sometida a la BBFC. El castigo para los censores es chuparse todo ese rato viendo una pared blanca, y nada más.
¿Qué es les parece esta forma de protesta que equivale al viejo dicho de “darle a probar de su propia medicina? Así como la ensalada de papas fue un éxito inesperado, Lyne y su “Paint Drying” podrían sorprenderse del resultado final.
ACTUALIZACION: “Paint Drying” recaudó un total de 5,936 libras esterlinas, resultando en un filme de 9 horas y 67 minutos que dos examinadores de la BBFC tuvieron que ver en cumplimiento con sus funciones. Dulce venganza 🙂