Si quieres mandar un mensaje inolvidable a tus amistades, asegúrate de usar los servicios de Tittygram, una peculiar propuesta rusa que plasma cada mensaje en pechos femeninos o masculinos, según las preferencias del cliente.
Un servicio como este, que además de ser único resulta jocoso y chocante a partes iguales, no es gratuito ni es instantáneo. En efecto, como se trata de una especie de arte corporal propio de estos tiempos, plasmar cada mensaje en unos pechos toma una hora cuando se elige el servicio expreso, que vale 14.95 dólares.
Tittygram, con sede en Rusia y que opera desde la primavera de 2015, ofrece por igual un servicio premium que por 29.95 dólares permite al usuario elegir la modelo que prestará sus pechos (o trasero, según deja entrever la startup en su website) para el mensaje, así como el lugar donde será inscrito. Ya por este precio se asegura una foto de alta resolución y sin marca de agua.
Actualmente Tittygram cuenta con 10 modelos fijas para sus fotos, pero hay alrededor de 60, de ambos sexos, que trabajan de manera independiente. En todo caso se preserva el anonimato para evitar situaciones que pudieran salirse de control.
Tittygram es una muestra más de que en esta época cualquier cosa puede ser un modelo de negocios: los creadores del servicio hicieron una inversión inicial de alrededor de 26 mil dólares y desde ese entonces han generado ingresos por el orden de los 65,000 dólares.
Contrario a lo que pudiera pensarse, la mayoría de solicitudes se originan fuera de Rusia. Y, por supuesto, los pechos femeninos son mucho más populares que su contraparte masculina.