Un peculiar autobús de 16 pies de altura y cuyas ruedas ocupan dos carriles es la solución que China implementará próximamente para mejorar el congestionado flujo vehicular que caracteriza a sus grandes ciudades.
La novedad con este autobús, llamado Transit Elevated Bus o TEB, es justamente su diseño: cierto es que sus ruedas ocupan los extremos de dos carriles, pero por debajo del autobús como tal pueden circular vehículos, siempre que no lleguen a los siete pies de altura. Esto significa que carros compactos y yipetas caben perfectamente, como si estuviesen pasando por un túnel o paso a desnivel.
Fuera del aspecto del diseño, TEB ofrece otras funcionalidades, empezando por el hecho de que se trata de una forma alternativa de transporte masivo con capacidad para 1,400 personas. Comparado a un tren de sistema de metro, responsables del proyecto estiman el costo de producción de uno de estos autobuses es 20 por ciento menor.
Pese a que China de estrena con un prototipo funcional de TEB, que fue puesto a prueba esta semana en Quinhuangdao (noreste del país en la provincia Hebei) en una vía controlada de 300 metros, este concepto de autobús “flotante” data de por lo menos 1969, cuando los arquitectos Craig Hodgetts y Lester Walker presentaron una propuesta llamada Bos-Wash Landliner que haría las veces de transporte masivo entre las ciudades de Boston y Washington a una velocidad de 200 millas por hora sobre almohadas de aire con un mínimo de fricción.
A diferencia del Bos-Wash Landliner, cuyo diseño contemplaba facilidades como gimnasios, restaurantes, teatros y salas de conferencias, así como la posibilidad de “absorber” autobuses con una grúa para recoger pasajeros, TEB solo contempla por el momento asientos en cada extremo de su espacioso interior, con una serie de sillones circulares en el centro.
El interior de cada unidad de TEB tiene 72 pies de largo y 25 pies de ancho, con capacidad para 300 personas. Cuando el prototipo fue presentado en mayo pasado en la decimonovena Exposición Internacional de Alta Tecnología de Pekín, uno de los responsables del proyecto indicó que podrían transportarse hasta 1,400 pasajeros con cuatro unidades o vagones encadenados. De esta forma, TEB podría sustituir a 40 autobuses convencionales, lo que ayudaría a reducir la congestión en las vías y aminorar la contaminación aire, que se encuentra en niveles sumamente elevados en ese país.
TEB es un autobús eléctrico que se mueve sobre rieles y cuenta con un sofisticado sistema de frenado. Por sus características se estima podría reducir el consumo de combustible en 800 toneladas anualmente y reducir las emisiones en alrededor de 2,500 toneladas por año.
Quinhuangdao es la ciudad donde TEB se ha estrenado, pero Song Youzhou, su diseñador, ha informado que varios prototipos están en construcción y que al menos cinco ciudades chinas, entre ellas Nanyang y Tianjin, han firmado contratos con su empresa para iniciar proyectos piloto. Por estos lados, donde los tapones son comunes y hay pocas opciones de transporte masivo, esta es una propuesta que vale la pena estudiar.
ACTUALIZACION: a los pocos días de la prueba se acusó a TEB de ser un engaño, pero los proponentes se han defendido de las acusaciones. De momento el veredicto es inconcluso.
ACTUALIZACION JULIO 2017: autoridades chinas se aprestan a investigar lo que se considera financiamiento fraudulento de TEB, y hacen esfuerzos por recuperar los fondos. 9.1 mil millones de yuanes (equivalentes a 1.3 mil millones de dólares) fueron recaudados en octubre 2016, dos meses después de la presentación del autobús, a través de la plataforma Huaying Kailai.