Entre startups que siguen un modelo por demanda, aplicaciones un tanto absurdas y videojuegos virales hay un espacio que raras veces es explorado por emprendedores debido a su naturaleza poco comercial y atractiva: soluciones a problemas serios de carácter global.
Históricamente las soluciones de este tipo, ya sea que se enfoquen en cuestiones medioambientales, reducción de pobreza o acceso a viviendas dignas, son trabajadas por fundaciones y organizaciones sin fines de lucro que subsisten mediante colectas, subvenciones y donaciones. Startups de esta naturaleza, sobre todo por estos lados, suelen ser escasas, en parte porque son ideas que no generan el suficiente interés como para recibir el empuje que les permita desarrollarse a largo plazo.
Siendo el caso que los avances tecnológicos y la democratización digital pueden hacer una diferencia en problemas globales hay una aceleradora con sede en Estados Unidos, Fledge, que se enfoca justamente en proyectos de esta clase, pero siguiendo una filosofía de negocios que busca generar ingresos para su sostenimiento a través del tiempo.
La visión de Fledge es sencilla en principio: se puede hacer un cambio en el mundo a través de los negocios, y por este motivo uno de sus puntos de interés son las soluciones de tecnología aplicadas al mundo financiero para reducir la avaricia que le suele caracterizar.
En un mundo donde todo se mueve con dinero, el enfoque de Fledge resulta bastante certero. Para motivar la presentación de ideas de impacto que puedan seguir un modelo sostenible de negocios la aceleradora hace convocatorias para participar en un programa intensivo de diez semanas que incluye entrenamiento, asesoría y mentoría que luego se complementan con una red de apoyo sustancial.
Cada proyecto seleccionado por Fledge recibe una inversión directa de 10,000 a 20,000 dólares a cambio de un 6% de participación en la startup conformada. Bajo la estructura divisada por la aceleradora esa inversión califica de deuda reembolsable porque la idea es que la nueva compañía genere suficientes ingresos (mínimo 2 millones, según metas definidas por Fledge) para luego hacer una recompra de la mayor parte de esa participación. Este es un enfoque que asegura la startup trabajará por obtener buenos resultados financieros.
La próxima convocatoria Fledge, la octava de la serie, tendrá lugar en Lima (Perú) del 10 octubre al 16 de diciembre de 2016. Emprendedores interesados tienen la oportunidad de aplicar hasta el 31 de agosto entrando aquí. A la hora de seleccionar los proyectos que participarán en el programa Fledge toma en cuenta la conformación del equipo, probabilidad de éxito y el impacto sobre resolución de problemas concretos.
Fledge Perú es operada por Asesorandes, una consultora con 13 años de experiencia en la región. Esta convocatoria está abierta a toda Latinoamérica y se informa que el formulario puede llenarse en español. En cuatro años de operación un total de 55 compañías de 16 países han asistido a la aceleradora Fledge, contando con el apoyo de más de 350 mentores de 30 ciudades alrededor del mundo. Actualmente la aceleradora está en planes de expansión.