Una flor hecha enteramente de paneles fotovoltaicos, que abre y cierra con la salida y la puesta del sol, es quizás la manera más eficiente y fácil de aprovechar la energía solar, ya que la misma va dirigida a usuarios individuales interesados en ayudar a preservar el medioambiente al no depender tanto de sistemas tradicionales de electricidad.
La flor, desarrollada en Austria, constituye un estético sistema todo en uno que funciona como si fuese un electrodoméstico más, aunque por su tamaño y naturaleza necesita estar plantada fuera, donde más convenga, sin importar que la superficie sea grama o concreto.
Este concepto se llama Smartflower POP y tiene la particularidad de que, en consonancia como lo haría una verdadera flor, da seguimiento astronómico al sol para aprovechar al máximo su energía, siempre desde un ángulo óptimo de 90 grados.
Esta manera de funcionar garantiza un aprovechamiento de la estructura cercano al 60 por ciento, lo que vendría siendo el doble de lo que se obtiene con paneles solares tradicionales, y una producción de electricidad 40 por ciento mayor. Cada vez que la flor abre y cierra sus “pétalos”, algo que hace de manera autónoma cada día en respuesta a las condiciones climáticas y solares, toma lugar un proceso de autolimpieza que facilita sobremanera el tema del mantenimiento.
Dependiendo de la región y la ubicación, una unidad de Smartflower POP puede producir entre 3,400 y 6,200 kilovatios hora al año. Para que se tenga una idea de la funcionalidad, los creadores estiman en 4,000 kilovatios hora el consumo anual promedio de un hogar europeo común.
¿Te interesa Smartflower? El primer paso es consultar mapa de socios locales, y en caso de no haber, contactar con Smartflower directamente. Para potenciales inversionistas en temas de energía alternativa esta podría ser una oportunidad a considerar.
