A nadie le gusta que lo interrumpan al hablar, pero, a la vez, se da el curioso fenómeno de que nos gusta interrumpir, sobre todo cuando no estamos de acuerdo con lo planteado o hay intereses directos afectados.
Interrumpir tiene varios efectos: descarrilar el tren de ideas, intimidar a las personas y hasta cambiar el tema de conversación oportunamente. Hay ocasiones en que este mecanismo se usa con la intención de acallar al otro, y esto, según la agencia creativa BETC Sao Paulo, suele darse mucho de hombres hacia mujeres.
Es posible que en el día a día no nos demos cuenta de estas interrupciones ni las veamos tampoco como un intento de acallar planteamientos, pero cuando la situación se da en escenarios como una oficina de trabajo, un evento público o un debate pre-electoral, las cosas cambian.
Con todas estas premisas, y a propósito del Día Internacional de la Mujer -celebrado el pasado 8 de marzo-, BETC Sao Paulo presentó una aplicación basada en el frecuente fenómeno de interrupciones masculinas dirigidas a mujeres, con la intención no solo de probar el punto, sino de hacer una especie de base de datos global que ayude a enriquecer el tema y los debates y análisis en torno al mismo.
Para dar peso a la aplicación, llamada Woman Interrupted e identificada por unos labios tachados con una cruz, BETC Sao Paulo presenta algunos incidentes que avalan lo que ellos llaman “manterruption”, entre ellos las 51 veces que el actual presidente estadounidense Donald Trump interrumpió a su contrincante demócrata Hillary Clinton durante el primer debate presidencial realizado antes de las elecciones de ese país en noviembre pasado.
Woman Interrupted, como habrán de imaginar, lo que hace es contar las veces que una mujer es interrumpida por un hombre mientras expone sus ideas. Para tales fines, la usuaria debe calibrar su voz, la cual será luego reconocida en conversaciones que la aplicación estará escuchando para realizar su trabajo. Algo importante aquí es que, según la agencia, nada queda grabado. El único objetivo es contar interrupciones y armar una base de datos con eso.
¿Qué utilidad tendría esa base de datos? Para empezar, podríamos ver si es mito o realidad este asunto del manterruption y observar donde tiene más incidencia el fenómeno.
Aunque se trata de una idea interesante y con cierta utilidad, hay algunos puntos a tomar en cuenta. Lo primero es el factor psicológico: si le dices a tu interlocutor que estarás usando una aplicación de este tipo es muy probable que haga lo posible por “comportarse”. Lo segundo es el escenario: no es lo mismo estar hablando de cosas triviales con un amigo o compañero a estar presentando ideas en una oficina o discutiendo un tema serio con la pareja o amistades.
Aunque va dirigida esencialmente a mujeres, la aplicación también podría usarse para medir interrupciones de mujer a hombre, pues al establecer el perfil pide establecer género y se supone que va a trabajar de acuerdo con la voz calibrada al inicio.
Si sientes que en efecto te interrumpen mucho cuando hablas, esta es tu oportunidad de probar el punto.