No conforme con dominar el espacio de ventas online a nivel de libros, música y muchos otros renglones, Amazon poco a poco ha estado llevando su poder disruptivo y transformador a otros sectores que incluyen entretenimiento, servicios en nube y más recientemente la venta al detalle de ropa.
Si bien es cierto que Amazon vende ropa desde hace mucho, con un catálogo que incluye marcas reconocidas -las cuales en ocasiones cuentan con su propia “tienda” dentro de la plataforma-, hay algo acerca de su más reciente servicio, Prime Wardrobe, que promete trasformar la experiencia de compra de ropa más allá del terreno digital para afectar directamente a tiendas físicas, las cuales de por sí han estado sintiendo el impacto de lo digital y online desde hace algún tiempo.
Pese a los evidentes beneficios de comprar ropa online, que incluyen vasta variedad a solo par de clics de distancia y el ahorro en tiempo y combustible al no tener que coger tapones ni dedicar horas laborables, las tiendas físicas ofrecen una ventaja que hasta ahora no han logrado replicar sus contrapartes de internet aún con las más avanzadas tecnologías de realidad aumentada y demás: la posibilidad de ver, tocar y probar las piezas, a veces incluso con la ayuda de competentes asistentes.
¿Qué hace diferente a Prime Wardrobe, al punto que provocó una baja en las acciones de tiendas como Nordstrom y otras que tienen presencia tanto física como digital? Hay varios elementos, pero sin duda el más importante es este: el servicio otorga al cliente hasta una semana para probarse la ropa, con la opción de devolver aquello que no le interese sin costo alguno.
Bajo este esquema el cliente tendrá holgura de tiempo suficiente para probarse la ropa en la comodidad de su hogar, con posibilidad incluso de pedir opinión a familiares y amigos, y tomar una decisión debidamente sopesada, algo que raras veces se puede hacer cuando visitamos una tienda y estamos presionados por tiempo y otras diligencias pendientes. Por si no fuera suficiente, Amazon ofrece descuentos de 10% cuando el cliente elige 3 o 4 piezas y de 20% cuando se eligen 5 piezas o más.
El efecto inmediato de este programa, que aún está en beta, es que la gente será más atrevida a la hora de elegir ropas para probarse. Después de todo, los retornos serán gratuitos y el descuento de 10-20% es suficiente para dar la falsa idea de que se estará ahorrando dinero en piezas que potencialmente se salen del presupuesto.
Recibir ropa en casa es mucho más fácil que ir a varias tiendas donde raras veces encontramos aquello que buscamos por caprichos de quienes dominan la industria de la moda. Amazon, aunque de manera desorganizada, ofrece una enorme selección de ropa, zapatos y accesorios que promete ser depurada para el caso de Prime Wardrobe.
De momento el servicio parece estar diseñado para Estados Unidos, pues incluye una etiqueta de retorno prepaga que usualmente solo funciona dentro de ese territorio, pero lo más probable es que Amazon le busque la vuelta para sus usuarios internacionales, que son muchos. Ya en una ocasión tuve que retornar una pieza que mandaron equivocada, para la cual emitieron una de esas etiquetas, pero al percatarse de que el envío era desde República Dominicana solicitaron remitirles la factura correspondiente para proceder a hacer un crédito en mi cuenta. El proceso fue bastante rápido.
Prime Wardrobe forma parte de la membrecía Prime y por ende no contempla costos adicionales. Si el programa resulta suficientemente atractivo una vez entre en funcionamiento, otro posible efecto será un aumento en ese tipo de membrecías, la cual de por sí ofrece beneficios que valen la pena considerar.
¿Desaparecerán las tiendas físicas por empuje de fuerzas tipo Amazon? Está por verse. Es demasiado temprano aún para hacer predicciones, pero sin duda alguna hay un fuerte proceso evolutivo que poco a poco irá dando forma a la experiencia de compra. De por sí las tiendas de ropa han estado introduciendo cambios en presentación y políticas en respuesta al empuje online, y algunas hasta incorporan tecnologías como la de este espejo interactivo con la finalidad de ofrecer una experiencia distinta.
Mientras tanto, Amazon parece haber asumido el rol disruptivo a nivel de compras no solo de ropa, sino de abarrotes. Una vez se concrete la compra de Whole Foods veremos cómo se va transformando la experiencia de ir al supermercado, algo que a poca gente le gusta pero que es en sí una necesidad, y una que no siempre puede ser resuelta online.