Aun cuando ningún robot es capaz de sustituir la espontaneidad y el amor incondicional que brindan las mascotas, ya sean perros, gatos o periquitos, hay compañías como Sony que insisten en el tema, motivadas por la necesidad a largo plazo de que los humanos aprendamos a convivir con estas máquinas.
Es esta visión, más allá de las evidentes ventajas que derivan de tener un robot y no una mascota real a nivel de limpieza, alimentación y cuidados, lo que ha llevado a Sony a retomar el concepto de Aibo, el perro robótico que en 1999 acaparó titulares a nivel mundial y que volvió a ser noticia en 2006 cuando fue descontinuado en medio de una reingeniería que buscaba reducir costos a lo interno de Sony.
Once años después de este episodio, y luego de varios funerales de perros Aibo que han sucumbido a la falta de mantenimiento, pues también este servicio fue descontinuado en 2014, tenemos a Aibo de vuelta.
Como es de esperarse, hay cambios tanto a nivel de diseño como de funcionamiento y tecnología que valen la pena mencionar. Para empezar, el aspecto del nuevo Aibo es más agradable, con formas suavizadas y una carita tierna que se aleja del aspecto decididamente robótico de sus inicios.
El uso de activadores ultracompactos permiten a Aibo movimientos mucho más naturales en esta versión, ayudados por los 22 ejes de inflexión que integra. Los ojos, sendas pantallas OLED, permiten un rango de expresiones mucho más amplio. Cámaras en la nariz y en la base de la cola, así como distintos sensores a lo largo de su estructura, le permiten al perrito reconocer a sus amos, así como reaccionar a toques y palabras.
En esta nueva versión de Aibo la inteligencia artificial, específicamente por vía de deep learning, juega un papel fundamental. Con el tiempo la mascota va conociendo su entorno, incluyendo los hábitos y preferencias de sus humanos.
El nuevo Aibo tiene un tamaño de 30 centímetros e incluye capacidad de conectarse a Internet, lo cual requiere contratar un plan mensual que vale alrededor de 26 dólares. Una aplicación ofrece acceso a nuevos trucos y funcionalidades.
Algo que no ha cambiado respecto a versiones anteriores de Aibo es el precio: este simpático cuesta alrededor de 1,730 dólares. De momento Sony planea venderlo en Japón, donde estará disponible a partir de enero 2018. Su incursión en otros mercados está bajo consideración.
La ventaja de Aibo es que no hay preocupación al irse de viajes, pues basta con apagarlo y remover su batería. Igualmente no hay que bañarlo ni darle de comer. Por el lado de convivencia entre robots, este es un tema que los japoneses se toman muy en serio, de ahí que este enfoque haga sentido para Sony.
