Luego de lavar la ropa -tarea de la que usualmente se encarga una máquina- quedan dos pasos por hacer: esperar a que se seque (a no ser que se tenga otra máquina para ello) y recogerla para guardarla. Este último paso de la recogida implica a menudo doblar toda esa ropa y distribuirla en gavetas o el closet, y esto es algo que a mucha gente le da pereza.
Si formas parte de ese grupo de gente que prefiere hacer cualquier cosa menos doblar la ropa, buenas noticias: hay al menos dos máquinas diseñadas justamente para hacer ese trabajo, pero de antemano advertimos que no son muy expertas ni tampoco muy baratas.
Implementando avances en robótica y otras tecnologías que actualmente están muy de moda, estas máquinas para doblar ropa resultan curiosas e impresionantes a la vez por la sencilla razón de que doblar ropa no es en realidad tan fácil: elementos como diseño de la pieza, tela y estructura deben ser tomados en cuenta para resultados óptimos.
A menudo, por la prisa y el tedio que nos provoca esta tarea, terminamos haciendo un uso inadecuado del espacio al empaquetar la ropa como sea que quede, y eso justamente buscan evitar estas máquinas, que aun no están disponibles pero que prometen estarlo pronto.
Una de ellas, Laundroid, implementa inteligencia artificial para hacer su trabajo. Su funcionamiento es realmente sencillo: basta con vaciar el cesto de ropa limpia para que el equipo se encargue de clasificar las pieza y proceda a doblarlas una a una. La otra, FoldiMate, requiere de asistencia del usuario, quien deberá colocar cada pieza en la bandeja para su doblado individual.
¿Vale la pena invertir dinero en estas máquinas? Veamos el caso: aunque automática en su mayor parte, Laundroid requiere de varias horas para finalizar un trabajo que al usuario le tomaría como mucho 30 minutos. FoldiMate es más rápida, pero requiere necesariamente de la ayuda del usuario, por tanto se anularía posibilidad de aprovechar ese tiempo para leer o descansar. Por si fuera poco, ambos equipos no están en capacidad de manejar medias o ropa interior, lo que reduce aún más su utilidad.
Aunque torpes en su desempeño, estas máquinas integran cámaras, sensores, robótica y otras tecnologías para hacer su trabajo, y eso cuesta. Laundroid, una vez se vaya a comercializar, podría costar alrededor de 16 mil dólares, mientras que FoldiMate, que ya está disponible en preorden temprana, vale 960 dólares. ¿Quién por aquí se anima?
