Al pensar en transporte lo primero que llega a la mente es contaminación, sobre todo en países donde hay poca regulación en lo que respecta a emisiones de dióxido de carbono, el famoso CO2 que encabeza la lista de los gases invernadero que impactan nuestra atmósfera y que a su vez son responsables del calentamiento global.
Precisamente es el calentamiento global, más allá de los precios del barril de petróleo y su eventual agotamiento, lo que está llevando a la industria automovílistica y a gobiernos a impulsar el desarrollo y adopción de vehículos eléctricos. La idea, por supuesto, es sustituir de manera definitiva el parque vehicular tradicional por la alternativa eléctrica, pero este es un proceso que toma años -décadas en realidad-, con diferentes niveles de avance según las condiciones, las políticas y la cultura imperante en cada país.
En lo que se hace una adopción total de vehículos eléctricos y otras formas de transporte sostenible es necesario buscar la forma de compensar la contaminación resultante de vehículos de motor, y es ahí donde intervienen las políticas de responsabilidad social de compañías involucradas en el tema, ya sea de manera directa a través de su fabricación o indirectamente a través de servicios.
Una compensación total de todo el CO2 emitido es precisamente lo que ha hecho Cabify, convirtiéndose ésta en la primera plataforma de servicios de movilidad en alcanzar esa meta, según certifica First Climate, líder mundial en consultoría de energía e inversiones verdes.
Luego de un análisis de la huella de carbono dejada por Cabify, abarcando tanto el servicio en la calle como a nivel corporativo, la compañía dio el paso de compensar su cuota de contaminación al ofrecer apoyo al proyecto medioambiental que buscan proteger la reserva Madre de Dios en la Amazonía del Perú.
Comprendiendo un área de aproximadamente 100,000 hectáreas, Madre de Dios recientemente se ha visto bajo presión de tala ilegal por la apertura de la carretera interoceánica que uniría a esa parte de Perú con Cusco. Para proteger este valioso hábitat el proyecto trabaja en estrecha colaboración con las comunidades locales para desarrollar medios de vida alternativos al tiempo que las involucra en protección del bosque.
Caibify eligió este proyecto en base al tamaño de su huella, y el resultado es una compensación retroactiva que cubre todo lo emitido durante todo 2018, incluyendo no solo los viajes que se dan por medio de su plataforma, sino también todo lo relacionado con sus oficinas y transporte de empleados.
Hemos asumido la responsabilidad de nuestro impacto en el medioambiente y por eso hemos decidido que, hasta que llegue el día en el que Cabify funcione con energía limpia, compensaremos cada emisión de CO₂ que producimos.- Juan de Antonio, fundador de Cabify.
El compromiso de Cabify tiene un gran impacto en las actividades locales de protección de los bosques de Madre de Dios y evita que se corten alrededor de 5.3 millones de árboles. Eso es el equivalente a un área de aproximadamente 1.800 hectáreas de selva tropical nativa salvada de la deforestación.