Se trata de una de las siete plagas modernas de la era digital: grupos de WhatsApp que crecen como la verdolaga, con participación desordenada de parte de sus miembros y abundancia de material duplicado por falta de reglas y regulación de sus administradores.
Como si se tratase de una película de horror, estos grupos de WhatsApp no mueren, sino que a lo sumo quedan en modo zombie gracias a una función de silenciar (o “mute”, para quienes prefieren el inglés) que tan solo funciona a medias porque se acaba la magia desde que nos dan mención directa.
Aunque un grupo esté silenciado no significa que escapemos a sus detalles, pues esos mensajes se van acumulando ahí, listos para abrirlos ya sea por curiosidad o masoquismo puro, a no ser que se tome la radical decisión de borrar todo sin ver ni remordimientos.
Quizás la peor parte de un grupo de WhatsApp es que aunque nos salgamos siempre aparece alguien presto a meternos de nuevo, de la misma forma en que nos metieron a la primera sin averiguar.
Similar a Facebook, Instagram y otras redes sociales, los grupos de WhatsApp son una importante pérdida de tiempo, en gran parte porque la gente suele darle el uso errado a una herramienta que fue diseñada quizás con otra funcionalidad en mente (productividad, por ejemplo, que se ve diluida cuando el grupo se coge para mandar relajos, saludos o felicitaciones, pero ya ese es otro tema).
Este artículo parece un desahogo, y en cierto modo lo es, pues resulta que mucha gente en secreto odia los grupos de WhatsApp. Partiendo de ese hecho empírico procedemos entonces a dar una potencial buena noticia: WABetaInfo, una página especializada en esta plataforma (sin afiliación alguna a ella o a Facebook) reporta que, finalmente, la compañía estaría probando un sistema de invitaciones para dar algo de control al usuario respecto a los grupos.
Según lo reportado por WABetaInfo, bajo el nuevo esquema habrá un menú de opciones respecto a quienes pueden entrarnos a un grupo, desde la generalidad de usuarios de WhatsApp hasta nadie salvo que haya una invitación previa. Es importante notar que estas tienen fecha de caducidad: si a las 72 horas no se ha tomado una decisión, simplemente desaparecen. Si había interés de unirse al grupo hay que esperar a otra invitación.
Este cambio, que se espera esté disponible en la próxima beta de WhatsApp para iOS para su eventual implementación para todo público, va en línea con otras implementaciones que buscan otorgar más control al usuario sobre el potencial acceso a sus conversaciones por parte de terceros en interacciones físicas del mundo real (como cuando prestamos el teléfono, por ejemplo) y un mayor nivel de funcionalidad de la plataforma en general.
Cambios recientes en WhatsApp incluyen la restricción de los reenvíos a solo 5 veces en un intento por combatir el fenómeno de las “fake news”, movida que se complementa con la etiqueta de “forwarded” o “reenviado” que acompaña a esos reenvíos desde hace algún tiempo.
Es de esperarse que la plataforma siga evolucionando para dar más control y opciones al usuario, pues una queja frecuente es que, pese a su popularidad, está muy atrás en esas cuestiones.