A ver, ¿quiénes por aquí han jugado con un cubo de Rubik? Esencialmente un rompecabezas tridimensional, este famoso juguete, inventando en 1974 por el profesor de arquitectura húngaro Ernő Rubik, reta al usuario a dejar cada una de las caras del cubo con un solo color sólido, y aunque parece una misión fácil, en realidad no lo es.
Para algunos, el cubo de Rubik es casi una tortura, pues la realidad es que resulta fácil pasarse horas en esa tarea, y si bien hay una gran satisfacción cuando se logra el objetivo, lo verdaderamente interesante de toda la experiencia es que hay involucrado un proceso de aprendizaje que no siempre es valorado.
Es posible que el ahora famoso cubo de Rubik sea visto más como una curiosidad u objeto de colección, pero la oportunidad de aprendizaje que encierra es atemporal, sin fecha alguna de caducidad, y es por eso que una de las propuestas más llamativas en CES 2020 es justamente un cubo que asemeja en forma y mecanismo al multicolorido Rubik, pero con diferencias cruciales que ofrecen una experiencia más tono con estos tiempos conectados y digitales.
Inspirado en Rubik, esta propuesta, llamada WOWCube, combina lo mejor del mecanismo físico del cubo con una experiencia interactiva al integrar micropantallas de 1.4 pulgadas en cada uno de sus cuadros para mostrar imágenes que van formando una cantidad numerosa de posibles patrones y combinaciones en base a instrucciones brindadas por una aplicación que conecta vía Bluetooth. Toda esta magia es posible gracias a un procesador interno y sistema operativo a la medida.
WOWCube es la ejecución de una idea planteada por Savva Osipov en 2016 cuando contaba 12 años: añadir personajes y trama de juego a la superficie de un cubo de Rubik para ejecutar los comandos cambiando la posición de las partes. Ilya Osipov, el padre de Savva, un inventor, puso manos a la obra de inmediato. Un primer prototipo basado en Arduino vio la luz en 2017, lográndose una patente rusa en ese mismo año.
Tres prototipos después, ya WOWCube tiene un diseño definido, constando el mismo de un cubo 2 x 2 de 8 módulos independientes que pueden rotarse de 4 maneras a lo largo de 3 ejes perpendiculares. A diferencia de Rubik, este es un cubo 2 x 2 que tiene en total 24 micropantallas. Pese a que cada módulo es independiente, todos están conectados entre sí, compartiendo datos a través de conectores inteligentes.
WOWCube no solo agrega una capa de modernidad al clásico cubo de Rubik, sino que abre una serie de posibilidades educativas que van más allá de desarrollar paciencia y técnicas de resolución de problemas que inevitablemente ponen a funcionar el cerebro. Con este cubo hay una posibilidad de aprendizaje STEM, específicamente de codificación y programación, que es ayudado por la interfaz drag and drop y por la tienda de aplicaciones que complementa al juguete.
De momento los creadores de WOWCube han recibido 1.4 millones de dólares en capital semilla y han conformado de paso una entidad, CubiOs, que tiene un borrador en Kickstarter para una posible campaña de crowdfunding. En CES 2020 es uno de los finalistas de Last Gadget Standing. Una vez salga a la venta, su precio oscilaría entre 149 y 249 dólares.
ACTUALIZACION: WowCube resultó ganador en la categoría popular en Last Gadget Standing.