En cuestiones electorales hay un tema que lleva varios años en debate y respecto al cual no se ha alcanzado consenso alguno. Estamos hablando del voto electrónico, un mecanismo que en teoría agilizaría el proceso pero que en la práctica ha probado ser más que controversial por un tema de confiabilidad e integridad.
Central al voto electrónico es el uso de máquinas donde el proceso se digitaliza como parte de una estructura que además contempla escáneres, servidores y alguna forma de conectividad, siendo cada uno de estos elementos un posible punto de ataque desde el punto de vista de seguridad e integridad de todo el proceso.
República Dominicana no escapa al debate que supone el voto electrónico, con resultados altamente cuestionados y que culminaron con la suspensión de las elecciones municipales que debieron celebrarse el pasado 15 de febrero.
Siendo el caso que la factibilidad del voto electrónico históricamente se ha puesto en duda, con países como Estados Unidos, Canadá y Alemania optando por no adoptar este sistema pese a que países como Estonia reportan buenos resultados, queda en el aire una pregunta: ¿podría el voto electrónico llegar a ser confiable?
Queda claro que el debate en torno al voto electrónico no es exclusivo de la República Dominicana, por tanto estamos ante una pregunta de interés global y que durante años ha tratado de responderse sin mucho éxito. Las cosas, por fortuna, podrían cambiar con una propuesta de Microsoft que fue puesta a prueba sin mayores inconvenientes en Fulton, Wisconsin. Se trata de un sistema llamado ElectionGuard que está diseñado para preservar la integridad del voto.
ElectionGuard es un software de fuente abierta que contempla la impresión de dos boletas una vez se ejerce el voto electrónico. Una de ellas es para ser depositada en las urnas, la otra es una constancia para el votante provista de código QR, siendo la idea permitir al votante verificar online si su voto fue en efecto registrado y contado una vez finalizada la votación. Sirve también para notar al vuelo si hubo algún intento de hackeo, efectivamente desincentivando esa práctica.
Es curioso notar que Microsoft reconoce la imposibilidad de hacer un sistema o máquina 100% “inhackeable”, ya sea para voto electrónico o para cualquier otra cosa, y es por eso que la compañía cambió el enfoque al desarrollar ElectionGuard. La votación del martes en Fulton, para elegir la junta escolar y un juez, fue su primera prueba en el mundo real. Se eligió este lugar porque había unos 500 votantes registrados, una muestra adecuada para este tipo de pruebas que buscan perfeccionar el sistema.
ElectionGuard ya había sido puesto a prueba durante un foro de seguridad realizado en julio de 2019. Allí, en base la interacción de los votantes con los sistemas, se afinaron algunos detalles, entre ellos el hecho de que la impresión de dos boletas al finalizar la votación causaba cierta confusión. Para remediar esto, se añadió un equema de colore spara diferencia cada papel. Otra situación detectada es que la gente no era muy dada a revisar y comparar ambos papeles, mejorando el nivel de acción cuando facilitadores dentro del proceso sugerían a los votantes hacer esto. La prueba en Fulton permitirá afinar aun más.
El sistema ElectionGuard emplea codificación homomórfica para garantizar la privacidad del voto, y aun cuando permite hacer un conteo electrónico preservando esta cualidad, la idea es que los votos se cuenten físicamente con lo depositado en las urnas. Este software es de fuente abierta, lo que significa que cualquier nación lo puede tomar y adaptar a sus necesidades con el consenso y participación de los organismos correspondientes. Todo está disponible en GitHub https://github.com/microsoft/electionguard.