Una de las consecuencias más tempranas del coronavirus, incluso antes de que se declarara pandemia, fue la escasez -llegando al agotamiento en algunos casos- del papel de baño, un fenómeno que para muchos fue (y sigue siendo) un misterio.
Ahora que estamos en medio de una pandemia con medidas de cuarentena que parecen irán para largo en términos globales, dicha escasez de papel de baño se hace cada vez más notoria y real, pues la gente, presa del pánico, sigue abarrotando los comercios y arrasando con todo.
Si tuviste la mala fortuna de quedarte sin papel de baño, recuerda que el agua es lo que mejor limpia en esos casos, siendo esta realidad la causa detrás del resurgir del concepto del bidet, ahora en formato portátil debido a la modernidad de estos tiempos.
Este asunto del bidet portátil lo debemos a Sonny, un producto de aspecto minimalista y que se hace acompañar de un tono comunicacional jocoso a más no poder, quizás con la intención de aligerar un tema que usualmente resulta pesado.
De lo jocoso y elegante pasamos a lo descarado, simple y práctico: una startup española ofrece desde 2018, tras una exitosa campaña de crowdfunding, un accesorio que convierte cualquier botella plástica en un bidet portátil, todo por el módico precio de 14 dólares en Amazon por un paquete de dos.
Vea usted mismo cómo funciona este asunto en el video adjunto. Y si no tiene la posibilidad de pedirlo por Amazon, pues haga su propio bidet portátil modificando una tapa de botella plástica.