Una de las pocas cosas que podemos controlar (hasta cierto punto) en este mundo tan abierto y conectado es quién tiene acceso a nuestro hogar aun cuando no estamos, siempre que no se trate de algún ladrón muy hábil y ambicioso.
Este, uno de nuestros últimos santuarios de privacidad y seguridad, pretende ser violado por Amazon con la excusa de que permitir la entrada directa de sus repartidores evitará el robo de paquetes que tan común se ha vuelto a lo largo de Estados Unidos.
¿Vale la pena? Es importante aclarar que -de momento, al menos- Amazon no pretende entrar a casas individuales, sino que se trata de una propuesta que buscar facilitar la entrada a lobbies o recepciones de edificios de apartamentos y residenciales.
El programa se llama Key for Business y existe desde 2018. Ahora que va ganando adeptos, está llamando la atención de activistas de la privacidad, quienes se preocupan de que, potencialmente, se está facilitando la entrada de posibles criminales, ya sea a través de los propios repartidores o por hackeo al sistema.
El hecho de que en un edificio de apartamentos no todos los inquilinos están necesariamente al tanto de la existencia de Key for Business empeora las cosas.
Amazon alega que hace chequeos muy completos de sus repartidores, pero todos sabemos cómo funcionan los errores de capa ocho.
Para finalizar, una pregunta: ¿cuánto tiempo pasará antes que Amazon pretenda entrar a apartamentos y casas individuales? Recuerden, esta compañía da para todo, y más que el asunto de depositar paquetes dentro del destino reduciría tanto las pérdidas por robo como el tiempo gastado esperando que alguien atienda el timbre o buscando un lugar adecuado donde dejar los paquetes.