Hace mucho que los satélites facilitan comunicación y transmisiones en el mundo, pero lo que se está viendo ahora no tiene punto de comparación.
Gracias a gente como Elon Musk y su compañía SpaceX, se ha puesto de moda la idea de la Internet satelital, siempre con el objetivo de llevar la conectividad a lugares que tradicionalmente no gozan de esta facilidad.
Para esta visión, los satélites se mantienen en órbita terrestre baja, es decir, 200 a 2,000 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra.
Beneficios asociados a la Internet satelital incluyen mayor cobertura y menores costos de infraestructura, representando una oportunidad real de conexión para áreas rurales y remotas donde las grandes compañías de telecomunicaciones raras veces llegan porque no se trata de una inversión que haga sentido.
El servicio de SpaceX, Starlink, está a punto de despegar, según viene diciendo Elon Musk desde hace meses. Pese a retrasos y cierto disgusto por la falta de comunicación de parte de la compañía, las expectativas son altas.
Las preórdenes de Starlink, según datos ofrecidos por el propio Musk en mayo pasado, superan las 500,000 unidades. De estas, 100 mil se han entregado en 14 países, lo que significa que hay un retraso considerable que es exacerbado, entre otras cosas, por la escasez de chips. De ahí sale el disgusto al que hacemos referencia en el párrafo anterior.
Pese a esta situación, Starlink ha abierto una subsidiaria en la India, Starlink Satellite Communications Private Limited, y desde ya se prepara para solicitar las licencias correspondientes en ese país.
En línea con la grandiosidad que suele caracterizar sus anuncios, Starlink pretende tener 200,000 terminales activadas en 160,000 distritos de la India para diciembre 2022.
Desde ya se pone en duda que esta meta sea alcanzada, no solo de parte de la compañía, sino por factores como el proceso de aprobación, que suele ser de larga duración en la India.
Por supuesto, Musk y SpaceX no están solos en este asunto de internet satelital. OneWeb lleva algún tiempo en estos menesteres, mientras que Amazon también tiene su proyecto, Kuiper, que contempla 3,000 satélites para proveer el servicio a 590 kilómetros por encima de la superficie de la tierra.
Comenzando noviembre, Amazon ha pedido permiso a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) para que se le permita lanzar y operar dos satélites experimentales hacia finales de 2022. El proyecto Kuiper fue aprobado por esta entidad en el año 2020.
Según Amazon, la velocidad del internet provisto por Kuiper a áreas rurales superaría los 400 Mbps. De ser así, sería superior al ofrecimiento de Starlink.
Internet satelital es tan solo otra área en la que Bezos (Amazon) y Musk (SpaceX) compiten por supremacía. Mientras esto ocurre, el espacio se va llenando de basura nuestra, lo que significa que la contaminación trasciende nuestros confines.