¿Crees que el metaverso es un invento salido de la mente maquiavélica de Mark Zuckerberg? De ser así, estás equivocado.
De entrada, el término “metaverso” fue acuñado en 1992 por el autor Neal Stephenson en su novela “Snow Crash”. Este se describe como lo que ya imaginamos: un mundo paralelo generado por computadora.
De la ficción pasamos a la realidad, y suele ocurrir que esa transición no siempre da buenos frutos. Esto explicaría por qué Stephenson se apresuró en aclarar que NADA tiene que ver con el metaverso que propone Zuckerberg, pues lo cierto es que el tema se ha puesto de moda con este personaje.
Since there seems to be growing confusion on this: I have nothing to do with anything that FB is up to involving the Metaverse, other than the obvious fact that they’re using a term I coined in Snow Crash. There has been zero communication between me and FB & no biz relationship.
— Neal Stephenson (@nealstephenson) October 29, 2021
Ahora bien, ¿sabías que hay un metaverso funcionando desde febrero 2020 y que este nada tiene que ver con Meta o Zuckerberg?
Se trata de Decentraland, un entorno virtual basado en la blockchain Ethereum, donde la gente tiene avatares para explorar sus atracciones y espacios.
Algo curioso de Decentraland es que se maneja con su propia criptomoneda, Mana, la cual es usada para transacciones diversas, incluyendo la compra y venta de NFTs y terrenos. Estos mismos usuarios son quienes gobiernan Decentraland, donde una organización autónoma descentralizada sirve para recibir propuestas y votar sobre ellas. Para participar, basta con tener Mana o ser dueño de terrenos.
¿Y para qué quisieramos comprar terrenos virtuales? Pues, para ofrecer cosas a esos avatares, por supuesto. Es la misma explicación de por qué Nike anunció que estaría vendiendo zapatillas virtuales en el mundo mágico de Meta.
Seguro piensas que en estos entornos virtuales las cosas son baratas. Te equivocas nuevamente. En Decentraland, por ejemplo, los terrenos son bastante caros, y muestra de ello es que hace unos días se estableció un récord en ese tipo de transacción.
Metaverse Group, la primera empresa de bienes raíces de integración vertical enfocada en el metaverso, adquirió terrenos en el distrito de modas de Decentraland por el equivalente a 2.4 millones de dólares en Mana.
Esos terrenos de Metaverse Group serán destinados a pases de moda virtuales, ventas de ropa y otros eventos relacionados con la industria de la moda.
¿Qué sentido tiene gastar millones en entornos virtuales? A simple vista, podría decirse que esto es una locura, pero algo ven estos grupos que no resulta evidente a la colectividad.
Ciertamente, este asunto de Decentraland va muy alineado a la visión de metaverso de Zuckerberg, y eso mueve a preguntarnos qué ocurrirá con la humanidad cuando TODO empiece a irse a entornos virtuales.
¿Será que el metaverso se usará para impulsar y acelerar la transcendencia humana? Nada de se descarta, sobre todo cuando los mundos virtuales encajan perfectamente con la idea de descargar nuestros cerebros y esencia en una memoria para continuar existiendo en ese formato.
Aunque parezca una ocurrencia lejana, todo indica que esta nueva etapa de la existencia humana está a la vuelta de la esquina, y las consecuencias serán drásticas. De repente, el libro “La última pregunta”, de Isaac Asimov, se pone en contexto.