Este lunes 23 de mayo fue un día histórico en Nueva York: el último de los teléfonos públicos en esa ciudad fue retirado. Estaba ubicado en la esquina de la Séptima Avenida y la calle 50, en Midtown.
Cierto es que los teléfonos públicos llevan años en vías de extinción, y en el caso de Nueva York, al tratarse de una ciudad tan cosmopolita, quizás resulte sorprendente el dato de que aún existía uno de estos aparatos en pie.
Desde 2015 hay un proyecto de sustitución de teléfonos públicos por estructuras un tanto planas y modernas llamadas Links como parte del proyecto LinkNYC.
Estos Links son lo más parecido a vallas publicitarias verticales, y, en efecto, muchas son aprovechadas para publicidad, pero son mucho más de ahí: las pantallas muestran información útil y el resto de la estructura cuenta con lo necesario para proveer wi-fi y carga a equipos.
Quizás lo más interesante de estos Links es que su uso es completamente gratuito, a diferencia de los viejos teléfonos públicos. ¿Y por qué gratis? Si pensaste en la publicidad, acertaste.
Es una realidad que estamos bombardeados de anuncios donde quiera que vamos, inclusive en sitios como Walgreens, gracias a puertas de freezers que en realidad son pantallas.
Cierto es también que la mayoría de nosotros tiene aversión a los anuncios, pero la triste realidad es que mucho de lo que hoy podemos usar gratuitamente o casi gratuitamente es gracias a la publicidad.
Volviendo a Nueva York y la remoción del último teléfono público, es bueno saber que este ha sido llevado al Museo de la Ciudad de Nueva York, donde será presentado como parte de la exhibición Ciudad Análoga.
Nada, que las cosas cambian. Ya en 2016 habíamos compartido un artículo anticipando lo inevitable con estos teléfonos públicos.
