Ayer, a raíz de un aviso de solicitud de concesión de prestación de servicio publicado en un diario impreso dominicano, el entusiasmo reinaba en redes: ¡Starlink llega a la República Dominicana!
Starlink, para quienes no lo conocen, es el servicio de Internet satelital que ha venido desarrollando Elon Musk desde hace algunos años, disponible formalmente desde octubre de 2021 en varios mercados alrededor del mundo.
Antes de octubre del año pasado, Starlink, como muchos otros servicios de nueva entrada, estuvo disponible en fase de prueba o beta en mercados como Estados Unidos, Canadá y Reino Unido.
Al tratarse de un servicio de internet satelital, dependiente de satélites de órbita terrestre baja (LEO, por sus siglas en inglés), Starlink ofrece varias ventajas, entre ellas que no requiere de ningún tipo de cableado o instalación compleja para su funcionamiento.
Los interesados en Starlink simplemente adquieren un kit -cuyo costo es 600 dólares- que contiene lo necesario para recibir la señal: un terminal o antena, trípode para montarla, router WiFi y fuente de alimentación de electricidad.
Ya que se depende de señales de radio emitidas a través del vacío espacial por esos satélites LEO, el terminal de Starlink debe obligatoriamente colocarse en un lugar con vista despejada al cielo. En esa misma medida, el servicio es propenso a verse afectado por ciertas condiciones climáticas.
Los 600 dólares que vale el kit representan una inversión única. A partir de ahí, se cobra una mensualidad por el derecho a disfrutar del servicio de Internet Starlink, el cual promete conexiones de alta velocidad en localidades donde el acceso a Internet es poco confiable o simplemente inexistente.
En la actualidad, la mensualidad de Starlink para el mercado estadounidense es de 110 dólares. En México, donde el servicio está disponible desde noviembre, el precio es el equivalente en su moneda nacional al monto referido.
De mantenerse ese esquema de precios, Starlink podría costar a los dominicanos alrededor de 6,100 pesos mensuales, sin impuestos. ¿Valdrá la pena? Para quienes se quejan permanentemente del mal servicio que ofrecen Altice, Claro y demás, es ciertamente algo a estudiar y considerar, pero está claro que no será para todo el mundo.
El prospecto de un nuevo servicio es siempre bienvenido, sobre todo cuando hay tantas quejas en torno a los ofrecimientos actuales, sin embargo, Starlink quizás no llegue tan pronto a suelo dominicano.
De entrada, apenas se ha solicitado la concesión de servicio, paso a lo que sigue un proceso que suele ser prolongado. Luego está el hecho de que ha habido problemas para cumplir oportunamente con quienes han reservado sus kits Starlink en mercados donde hace meses está disponible el servicio. La razón se aduce fácil: la escasez de procesadores que por largos meses ha impactado al ámbito tecnológico.
Cualquier cosa que se diga ahora sobre Starlink cae en el terreno de la especulación. Es bueno que haya opciones, pero todo indica que nos toca esperar pacientemente.
