El mundo se mueve a lo digital, y uno de los grandes aceleradores de esta tendencia ha sido la pandemia por COVID-19.
En un hecho que desde marzo 2020 los esfuerzos hacia la digitalización se han redoblado, tanto a nivel gubernamental como empresarial.
Si bien esta movida era inevitable, con o sin pandemia, es innegable que la aceleración provocada por la presencia del virus y sus implicaciones ha dejado al descubierto una serie de retos y debilidades que necesitan ser resueltos a la mayor brevedad posible.
Para que se tenga una idea de los efectos de la pandemia a este nivel, se estima que durante este período 60 por ciento de los gobiernos crearon programas de entrenamiento y sitios web para fortalecer la presencia en línea de las empresas, en particular PYMES. Asimismo, el 50 por ciento facilitó la liberación de paquetes en aduanas y el 20 por ciento hizo cambios en la regulación para el comercio electrónico.
Estos son solo tres ejemplos de digitalización que se vio acelerada por un factor que pocos previeron, y si algo podemos tomar de estas cifras es que los gobiernos son claves para el desarrollo de sociedades donde los recursos digitales puedan ser aprovechados oportunamente, siempre con el objetivo de generar oportunidades y apostar a la productividad colectiva.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Costa Rica es el país de Centroamérica y el Caribe que sobresale en el diseño de políticas públicas que contribuyen a democratizar el uso de las tecnologías digitales. De hecho, más del 80 por ciento de su población tiene acceso a Internet, lo que ha facilitado la reactivación económica tras la recesión generada por la pandemia.
En lo que respecta a la incorporación de soluciones digitales para el sector público en Centroamérica, estamos rezagados, afirma Martha Ardila, directora regional de ventas Red Hat para Centroamérica y el Caribe.
Aun cuando hay entrenamiento, oportunidades, información y acceso por parte de los usuarios, Ardila afirna que muchos países no tienen implementadas herramientas como “Ciudadano Único” o “Ciudadano Digital”, las cuales permiten a la población tener acceso a los servicios gubernamentales de su país de manera más ágil y accesible.
Este tipo de aplicaciones digitales son muy importantes si se tiene en cuenta que se trata, entre otras cosas, del manejo de los datos de la población.
Según la firma de análisis de la industria IDC, para 2024, el 50 por ciento de las organizaciones utilizará aplicaciones construidas sobre la abstracción proporcionada por los servicios en la nube, incluyendo las tecnologías nativas de la nube para permitir consistencia en la ejecución en cualquier ubicación o en ubicaciones múltiples.
En este punto es donde entran las soluciones de código abierto, siendo Red Hat uno de los líderes en la industria. De manera puntual, Ardila indica que soluciones como la automatización de la nube permiten a los gobiernos trabajar desde entornos de interoperabilidad. Esto es importante al tomar en cuenta que los ejes de influencia son las personas, los procesos y la tecnología.
Estas herramientas están diseñadas para permitir derribar los obstáculos entre los ciudadanos interesados en adquirir servicios digitales y el gobierno que, en ocasiones, realiza procesos más lentos que la población en general. El objetivo final es lograr que cada elemento funcione como un único organismo colaborativo.
Por medio de la automatización de los procesos y los servicios, es posible codificar los flujos de trabajo, reducir la deuda técnica y generar innovaciones con mayor rapidez mientras se trabaja en el proceso de modernización de la tecnología del país corriendo el menor riesgo posible.
Martha Ardila, Red Hat