La semana pasada, compartiendo escenario con el CEO de T-Mobile, Elon Musk anunció el despliegue de una nueva generación de satélites Starlink que estarán en capacidad de comunicarse directamente con smartphones, independientemente de si hay o no torres celulares cerca.
La implicación del ofrecimiento es sencilla e importante a la vez: mediante esos nuevos satélites Starlink, SpaceX y T-Mobile pretenden poner fin al tema de las zonas muertas de comunicación y conectividad, las cuales abundan a lo largo y ancho del planeta.
Como es de esperarse, se podrá aprovechar este internet satelital en móviles para enviar mensajes, conectar a redes sociales o hacer streaming de contenidos, pero este no es su caso de uso más interesante o relevante.
El verdadero valor de esta noticia yace en la posibilidad de mantener comunicación viable durante y después de desastres naturales, una situación donde la comunicación celular a menudo se ve interrumpida.
Aunque pudiera parecer que Elon Musk es el pionero, una vez más, en realidad, no lo es. Compañías como Lynk Global y AST SpaceMobile llevan algún tiempo desarrollando esta tecnología, y ante el anuncio realizado tienen ahora una oportunidad real de despegar.
¿Realmente estaremos disfrutando de este beneficio satelital tan pronto como en 2023? Con Musk, nunca se sabe, pero es de esperarse que sí, ya que la comunicación se hace más importante que nunca en un planeta que está cada vez más conflictivo y convulso.
