Peluditos y adorables. Así son los gatos… hasta que se aparecen con un “regalito” no deseado y lo dejan tirado en algún lugar de la casa.
El “regalito”, usualmente, consiste en algún roedor o lagarto que el gato ha cazado en sus andanzas, y es una forma de mostrar afecto hacia sus dueños o tutores, según explican expertos en comportamiento felino.
Es desagradable recibir este tipo de “afectos”, y gente como los hermanos Widler, que han convivido toda su vida con gatos, lo sabe, de ahí que ambos presentaran una ingeniosa solución en el recién finalizado CES.
Como casi todo en esta época, la solución, llamada Flappie, emplea inteligencia artificial.
Para evitar que los gatos lleguen hasta la casa con sus presas o trofeos, los hermanos Denis y Oliver Widler, suizos, proponen una puerta inteligente que, mediante reconcimiento facial y otras tecnologías afine, solo deja pasar al gato si este no lleva nada en su boca.
Fácil de instalar y diseñado con la privacidad de los datos en mente, Flappie se complementa con una aplicación que muestra videos captados por la puerta inteligente y que, además, brinda estadísticas y otros datos de interés sobre el comportamiento del gato. Puede usarse con o sin WiFi.
Flappie empezará a venderse en Europa en la primera de este año a un precio de 399 dólares. A partir de ahí, los planes son expandirse hacia el mercado estadounidense.
