Sea porque no lo tomaron en cuenta, por su mala relación con OpenAI o porque quiere sacar eventualmente su propio smartphone con inteligencia artificial, Elon Musk no está nada contento con lo que anunció Apple en WWDC 2024 a propósito hacia esa tecnología.
Para quienes no lo recuerdan o no dan seguimiento a estos temas, Apple anunció en la keynote inaugural de su conferencia anual de desarrolladores que se aliaba a OpenAI para integrar la anhelada inteligencia artificial en iOS 18, iPadOS 18 y macOS Sequoia.
La reacción de Musk cayó como un rayo en X: si Apple osó integrar la tecnología de OpenAI directamente a nivel de sistema operativo, entonces prohibiría esos equipos en su compañía a sus empleados, y los visitantes que usen iPhone tendrán que registrarlos en la entrada, donde serán guardados en una jaula de Faraday.
Una jaula de Faraday es un contenedor que se usa para bloquear algunos campos electromagnéticos.
¿Y a qué se debe esta reacción tan radical? Pese a que Apple aplicó un enfoque muy cuidadoso en esta integración, Musk está convencido de que inteligencia Apple por OpenAI es una violación imperdonable a la seguridad.
Dentro de su ejercicio de despotricar la nueva movida, Musk asegura que Apple no tiene idea de lo que está haciendo, que el usuario resultará vendido a OpenAI y que es absurdo que esta compañía no pueda desarrollar su propia inteligencia artificial.
Muchos han señalado a Musk su potencial error al hablar en estos términos, recordando lo que hablaron ejecutivos de Apple en la keynote inicial de WWDC 24.
En respuesta, Musk ha recordado a través de su cuenta en X los peligros que encierra un producto como ChatGPT y el terrible desenlace que nos espera a manos de esta tecnología.
Excéntrico el amigo, sin dudas, y como es el rey indiscutible del drama, cerramos esta semana con la noticia de que ha retirado la demanda contra OpenAI y su CEO, Sam Altman.
¿Qué le hizo cambiar de opinión? Es posible que la realidad de que no tenía caso real contra Altman y OpenAI le diera en la cara y decidiera no pasar vergüenza en la audiencia pautada para para esta misma semana, donde se iba a decidir si se desechaba el caso a petición de los acusados.
