----
/
/
Computación viva, la solución para la insaciable IA
Brain Power

Computación viva, la solución para la insaciable IA

¿Computadoras vivientes? Podría argumentarse que el ser humano, por vía del cerebro, es una computadora viviente, pero hay una startup suiza que ha llevado el concepto más lejos de lo que pudiéramos imaginar.

Veamos. La startup, FinalSpark, propone una alternativa “viva” a los procesadores de silicio para mayor eficiencia energética y escalabilidad, dos cualidades deseadas en computación y que de cara al indetenible desarrollo de la inteligencia artificial resultan más que deseables.

Es un hecho documentado que la inteligencia artificial requiere de cuantiosos recursos para su desarrollo, funcionamiento y evolución, y uno de los recursos más presionados y demandados es la energía eléctrica.

Para poner el asunto en contexto, la Agencia Internacional de Energía estimó en enero de este año que, de manera conjunta, el consumo energético de centros de datos, criptoactividades y la inteligencia artificial representó el 2 por ciento del consumo global registrado en 2022.

La misma agencia estima que la demanda de estos sectores podría duplicarse para 2026, generando preocupación por el lado de la huella de carbono y el impacto sobre un planeta de por sí asediado por el cambio climático.

Dentro del mundo de la inteligencia artificial, es la variante generativa la que más consume y es esta, justamente, la que está de moda.

La base de una herramienta como ChatGPT, posiblemente el mejor ejemplo de inteligencia artificial generativa, es un modelo amplio de lenguaje (LLM) que es continuamente entrenado para los fines, entrando esto en la categoría de machine learning.

Para que se tenga una idea más acabada del consumo energético asociado a inteligencia artificial generativa, el entrenamiento de un LLM grande como GPT-3 consume alrededor de 1,300 kilovatios hora, más o menos el consumo anual de 130 hogares en Estados Unidos.

Dada la popularidad de la inteligencia artificial y el prospecto de que todos eventualmente nos sumaremos a la ola, no solo es de esperarse un aumento en el consumo energético, sino que se justifica la preocupación al respecto.

En este punto vuelve a entrar FinalSpark con su curiosa propuesta de biocomputación consistente en neuronas vivas que hacen el trabajo, y cuando se habla de neuronas vivas, literalmente es a eso que se refieren, pues FinalSpark ha logrado conectar 16 mini cerebros para conformar una computadora viviente.

Estos mini cerebros derivan de tejido humano proveniente de células madre naturales. Ese tejido, conocido en el mundo científico como organoides, es colocado en un ambiente especial para mantenerlos con vida.

Las ventajas de esta peculiar idea son muchas para la inteligencia artificial, tanto así que los de FinalSpark ven en la biocomputación el próximo salto evolutivo de esta tecnología.

La principal ventaja es que las neuronas requieren de muy poca energía para computar. El cerebro humano, por ejemplo, consta de 86 mil millones de neuronas que apenas utilizan 20 vatios para computación efectiva.

Es decir, las neuronas son mil millones de veces más eficientes que procesadores de silicio. La visión de FinalSpark, entonces, es que la inteligencia artificial podría crecer sin la limitante energética al cambiar a biocomputación.

Asimismo, esta es una solución que evoluciona por su cuenta al autoorganizarse e incorporar aprendizaje continuo de forma natural. Es, también, mucho más escalable que CPUs y GPUs de silicio.

¿Qué les parece esta idea?  Acá pueden conocer más: https://finalspark.com.

Deja una respuesta

AUTORA

ROCIO DIAZ

ARTICULOS RECIENTES

Categorías

instagram