Un tema recurrente al hablar de inteligencia artificial es la ética, y se trata de un detalle directamente vinculado a los datos usados para entrenar estos sistemas.
Para quienes no están al tanto de cómo funciona todo esto, los modelos de inteligencia artificial se estrenan con vastos conjuntos de datos que pasan por un proceso de machine learning.
Es así como la inteligencia artificial obtiene sus “conocimientos” y como va aprendiendo a relacionar elementos y determinar rutinas o preferencias del usuario.
La gran mayoría de estos datos provienen de la internet, y la parte ética atañe al hecho de que mucho de lo que aparece en internet es material protegido por derechos de autor.
Cierto es que con la llegada y desarrollo de las redes sociales y recursos digitales el tema de los derechos de autor se volvió un relajo, tanto que hay algo llamado fair use o uso justo.
Fair use es una disposición que permite usar material protegido por derechos de autor para ser transformado en material nuevo. Un ejemplo de esto es cuando usamos video de una compañía y agregamos nuestro propio comentario a modo de información.
Aunque es una práctica extendida, no todos los creadores de contenido están de acuerdo o la aceptan, y esto nos lleva al tema objeto de este artículo: inteligencia artificial y el desafío ético.
Cada cierto tiempo se dan situaciones por este lado que involucran a compañías como IBM y OpenAI. Un caso reciente involucra a Meta y su modelo Llama, siendo ahora mismo objeto de una demanda.
Lo más llamativo de este caso es que se reporta que el propio Zuckerberg dio el visto bueno al equipo de Llama para trabajar y entrenar el sistema sobre la base de materiales protegidos por derechos de autor.
La “excusa” para justificar esto es que se usaron los materiales contenidos en LibGeb, una biblioteca fantasma que ofrece acceso a contenidos que normalmente están sujetos a un pago o que no están digitalizados.
Por su forma de operar, LibGen está a menudo en problemas y con frecuencia no está disponible.
Es cuestionable y condenable que una compañía como Meta, que maneja tantos recursos y genera grandes ganancias, se vaya por la izquierda para tener acceso a estos materiales en vez de pagar lo justo por lo mismo.
Desafortunadamente, el historial de Meta en ese departamento es pésimo, por tanto no causa sorpresa alguna en realidad. Seguimos.