¿Abanderado de las criptomonedas? ¿Realmente crees que vienen a satisfacer una necesidad de mayor inclusión financiera y democratización en ese sentido?
Sustentadas en un sistema que promete inclusión y transparencia total por vía de la blockchain, las criptomonedas se caracterizan justo por lo contrario al ofrecer volatilidad, oportunidades turbias e incomprensión.
Todo esto es una paradoja, sobre todo cuando se recuerda que las criptomonedas surgieron como una respuesta a los evidentes fallos de un sistema financiero tradicional que ha explotado en más de una ocasión, subiendo a millones de personas en el caos mientras sus principales actores se enriquecen.
En efecto, bitcoin, la primera y la más famosa de la criptomonedas, fue una respuesta a la crudos financiera global de 2008, una de las más épicas en el sentido de que fue en ese momento histórico que el mundo abrió los ojos a la ambición desmedida de una industria qye fue relajándose peligrosamente con la anuencia de las autoridades.
En ese contexto, bitcoin y el concepto de criptomonedas como tal se presentaban como la antítesis, una suerte de rebelión que mandaba al carajo las reglas de un sistema que luce en ocasiones arcaico, elitista y antojadizo. En su lugar, los proponentes de bitcoin -aún desconocidos- proponía un régimen libre pero transparente.
En la práctica, sabemos que no es así. Casi desde un principio se han asociado las criptomonedas a negocios turbios, acciones ilícitas y la dark web. Peor aún, incumplen su parte de democratización financiera al permitir que el agiotaje desmedido lleve a una criptomoneda como bitcoin a valer más de 100 mil dólares por unidad, con el riesgo de que se valor se desplome en cualquier momento.
Por mucho las cropyomedad han sido no solo despreciadas, sino rechazadas, pero bajo el segundo mandato de Trump en Estados Unidos las cosas han cambiado radicalmente, siendo uno de los giros más impactantes la decisión de Trump no solo de aceptar las criptomonedas , sino de abrazarlas al punto de lanzar su propio token este año.
Dentro del mundo cripto hay muchos sabores y variantes a elegir, y es aquí donde entran conceptos como stablecoins o monedas estables, una versión estable de criptomonedas al estar atado su valor al de otro activo. En esta categoría está Tether, la más conocida de las stablecoins, caracterizada por su anclaje al valor del dólar.
Desde el punto de vista de la volatilidad, Tether luce una opción “segura” para quienes se inclinan a participar en el mercado de las criptomonedas, pero hasta ahí llega su inocencia. Una investigación de The Economist revela que esta stablecoin es la favorita de los lavadores de activos y de grupos de ransomware que se dedican a robos de criptomonedas a través de esta funcionalidad.
El hecho de que no es dinero fiat permite a Tether brincarse los mecanismos de seguridad impuestos por el sistema financiero para evitar actividades ilícitas como las ya mencionadas. Esta falta de controles y de supervisión permite, además, la existencia de un complejo entramado donde instituciones bancarias en Asia y las Bahamas tienen participación directa conjuntamente con intermediarios que se valen de mulas para ofrecer sus servicios.
En pocas palabras, la ausencia de reglas, pese a lo atractivo que pudiera parecer, raras veces lleva a algo bueno. Las criptomonedas están diseñadas sobre esa base, y por eso representan un caos y un problema tan grande.







