LG llega al CES 2026 con un mensaje claro: la inteligencia artificial ya no es un añadido, sino el núcleo desde el que se redefine la experiencia tecnológica, especialmente en movilidad.
En Las Vegas, la compañía presentará su nueva AI Cabin Platform, una propuesta que materializa el concepto de vehículo definido por IA, y que va un paso más allá del conocido vehículo definido por software. La plataforma integra modelos de IA generativa —desde lenguaje y visión hasta generación de imágenes— directamente en el sistema de infoentretenimiento del automóvil, apoyada en computación de alto rendimiento mediante Snapdragon Cockpit Elite. El resultado es una cabina que no solo responde a comandos, sino que interpreta contexto, hábitos y entorno en tiempo real, sin depender de la nube, lo que refuerza tanto la estabilidad del sistema como la privacidad del usuario .
La demostración práctica de esta visión es una cabina digital capaz de analizar el entorno de conducción y el estado del conductor a partir de cámaras internas y externas, para ofrecer asistencia inmediata y personalizada. Desde alertas de seguridad formuladas en lenguaje natural hasta interfaces visuales que se adaptan al clima, la música o el momento del día, la IA se convierte en un acompañante activo durante el trayecto. No se trata de automatizar por automatizar, sino de dotar al vehículo de una capa de comprensión que anticipe necesidades y reduzca fricciones en la experiencia diaria de conducción .
Este enfoque encaja con el tema general de LG para CES 2026, “Innovación en armonía contigo”, donde la compañía plantea una evolución desde la llamada Inteligencia Afectiva hacia lo que denomina Acción Afectiva: sistemas capaces de traducir la comprensión del usuario en respuestas concretas y útiles. Esa visión atraviesa todo su portafolio, desde el hogar conectado hasta la movilidad y los espacios urbanos, con una apuesta clara por experiencias más coherentes, fluidas y centradas en las personas, y no únicamente en el dispositivo .
En conjunto, lo que LG pone sobre la mesa en este CES no es solo una colección de productos o demostraciones técnicas, sino una narrativa consistente sobre cómo la IA está dejando de ser invisible para convertirse en una interfaz viva entre personas, máquinas y entornos. La movilidad, en este contexto, funciona como un laboratorio adelantado de esa transformación: un espacio donde la inteligencia artificial ya no se limita a ejecutar órdenes, sino que observa, aprende y actúa con sentido práctico. Una señal clara de hacia dónde se está moviendo la industria tecnológica en los próximos años.
