La inteligencia artificial avanza hacia una etapa en la que deja de percibirse como una función diferenciadora para convertirse en una capacidad básica de los dispositivos de consumo. Así lo plantea Adam King, vicepresidente y director general de la unidad de negocio de Client Computing en MediaTek, al analizar cómo la IA está redefiniendo el diseño y las capacidades de smartphones, computadoras y dispositivos para el hogar.
Según King, en los próximos años términos como “smartphone” o “smart TV” podrían perder relevancia, a medida que la inteligencia integrada se asuma como un componente estándar. La competencia entre dispositivos se trasladará desde las especificaciones tradicionales hacia su capacidad para ejecutar cargas de trabajo de IA, procesar información en el edge y soportar aplicaciones de IA generativa y agentes inteligentes.
Uno de los ejes centrales de esta transformación es la convivencia entre el procesamiento en la nube y el procesamiento local. King sostiene que, aunque la nube seguirá siendo fundamental para modelos de gran escala y tareas complejas, existen múltiples casos de uso donde ejecutar IA en el dispositivo resulta más eficiente, especialmente por razones de latencia, privacidad y costos de cómputo.
El hogar inteligente es uno de los ejemplos más claros de este enfoque híbrido. De acuerdo con King, el análisis local de video y sensores permite identificar eventos relevantes sin necesidad de enviar grandes volúmenes de datos a la nube, optimizando recursos y reduciendo riesgos asociados a la privacidad. Al mismo tiempo, los asistentes de voz evolucionan hacia interfaces más conversacionales, capaces de comprender solicitudes complejas y anticipar necesidades.
No obstante, el directivo reconoce que persisten desafíos importantes, particularmente en términos de usabilidad e interoperabilidad. Los ecosistemas domésticos suelen estar compuestos por dispositivos adquiridos en distintos momentos, lo que dificulta una integración fluida. En este contexto, la IA puede desempeñar un papel clave al facilitar la coordinación entre equipos heterogéneos y resolver problemas en tiempo real.
Este escenario, según King, podría impulsar el regreso de hubs inteligentes locales que funcionen como centros de procesamiento y control dentro del hogar. Más que forzar la renovación constante de dispositivos, estos nodos permitirían unificar la gestión y extender la vida útil del ecosistema. En conjunto, estas tendencias reflejan cómo la IA está redefiniendo silenciosamente los dispositivos de consumo, desplazando el foco desde la novedad tecnológica hacia la eficiencia, la integración y la experiencia del usuario.
