¿Se acabará el mundo este 21 de diciembre? La pregunta, repetida en todas partes del mundo por gente curiosa y temerosa por igual, tiene su origen en el calendario de conteo largo de los mayas, que termina justamente en esa fecha. Mucha gente ha interpretado este hecho como una señal de que en efecto para ese día ocurrirá el temido apocalipsis del que habla la Biblia y no han faltado aquellas personas y negocios que se han beneficiado del temor colectivo que suelen generar estas cosas.
En efecto, hay toda clase de ofertas en torno al 21 de diciembre de 2012. Hay paquetes de hoteles que invitan a celebrar el fin del mundo con estilo, mientras que empresas ingeniosas ofrecen búnkeres que garantizarían la sobrevivencia de sus ocupantes en caso de que ocurra lo peor. Al tiempo que sucede esto, gente en diversas partes del mundo ha tomado previsiones y se ha apertrechado de suficientes enlatados y agua embotallada para poder hacer frente a cualquier situación anómala que surja. Las previsiones incluyen además radios de pila y linternas en caso de un apagón total.
Explicaciones fantásticas de cómo llegaría la Tierra a su fin el venidero 21 de diciembre abundan. La más común de todas menciona una colisión fatal con el planeta Nibiru, el cual, curiosamente, no existe, según la NASA. Otras teorías son menos específicas y van desde una posible reversión de los polos magnéticos hasta una lluvia solar tan intensa que lo quemaría todo. La NASA lleva varios meses desmintiendo la posibilidad de estos eventos y ha insistido en que el 21 de diciembre de este año será un día como cualquier otro. Recientemente el Vaticano se ha sumado a esta postura, con declaraciones del padre José Funes, del Observatorio Astronómico del Vaticano, indicando que no vale la pena siquiera discutir la predicción maya.
El tema del fin del mundo no es nuevo. El año pasado el locutor cristiano Harold Camping, fundador de Family Radio, concitó pánico mundial al insistir en que el fin del mundo iniciaría el 21 de mayo con la llegada de Cristo y que culminaría el 21 de octubre tras 5 meses de sufrimiento. Ambas fechas llegaron y se fueron sin ningún acontencimiento especial, siendo la prueba de ello que aquí estamos. Camping, que tuvo un derrame cerebral en junio 2011, había dado otras dos fechas para el fin del mundo en ocasiones anteriores: 21 de mayo de 1988 y 7 de septiembre de 1994.
De vuelta al calendario maya, ¿de dónde sale la idea de que el mundo llegará a su fin el 21 de diciembre 2012? La causa del pánico es que el calendario maya termina abruptamente en esa fecha, y este hecho se interpreta como una señal de ese evento. Sin embargo, esta interpretación está errada, o al menos eso piensa el doctor John Carlson, fundador y director del Centro de Arqueoastronomía en Estados Unidos. En un video colocado por NASA sobre el fenómeno se explica que los mayas tenían un sistema complejo de calendarios que contemplaban grandes intervalos de tiempo. En el caso específico del calendario de conteo largo, el mismo estaba dividido en 13 baktum, períodos que abarcan aproximadamente 394 años, para un total de estimado 5,125 años.
De acuerdo a la explicación del doctor Carlson, si se fuese a representar el calendario maya en un sistema moderno sería algo parecido a un odómetro, donde los números se repiten al final de cada ciclo para empezar desde cero. Según los mayas, el mundo fue creado hace 5,125 años. Al finalizar el baktum 13 ya se ha abarcado esa cantidad de tiempo y por ende empieza el conteo desde cero nuevamente. El baktum número 13 finaliza justamente este 21 de diciembre, y esa es la explicación por la que el calendario de conteo largo maya solo llega hasta ahí.
Las explicaciones de Carlson las pueden ver en el siguiente video, donde además hay un breve recuento de las razones por las que no habrá lluvia solar ni colisión planetaria ese día. Una explicación más extensa de todos los temas se pueden ver en el video del hangout realizado por NASA el pasado 28 de noviembre en Google +, llamado “Beyond 2012”.