Junto a los venados, los muñecos de nieve y la figura de Santa Claus o Papá Noel, los copos de nieve forman parte de la simbología de la Navidad por tener muchas de estas tradiciones su origen en países donde la temporada coincide con el invierno. Significa entonces que aún en países tropicales como la República Dominicana, donde no ha caído nieve nunca, los copos de nieve son conocidos a través de adornos y envolturas inspirados en sus formas geométricas y de patrones complicados.
La foto que acompaña esta entrada muestra un copo de nieve en todo su esplendor, con un nivel de detalle que ha sido logrado al combinar un microscopio con una cámara digital Nikon D1X dentro una estructura climatizada que permite aguantar temperaturas bajo cero sin causar daños a los equipos. La idea es de Kenneth Libbrecht, profesor de física del Instituto de Tecnología de California (Caltech), quien lleva 15 años estudiando el fenómeno de los copos de nieve y su formación.
Los copos de nieve son cristales que se forman cuando las precipitaciones nubosas se congelan y se convierten en diminutas partículas de hielo que van desarrollando facetas a medida que el vapor de agua se condensa sobre su superficie. El resultado de este proceso son diferentes formas geométricas con patrones que varían según la temperatura y humedad en el ambiente. Libbrecht, quien ha escrito un libro sobre el tema, ha identificado hasta ahora 35 formas básicas diferentes, cada una con variaciones en patrones y tamaños.
Para lograr sus fotos, Libbrecht añade una luz trasera y varios filtros de luz de manera tal que se puedan apreciar los diferentes patrones de los copos de nieve, los cuales tienden a ser únicos por formarse repentinamente por efecto de condiciones naturales. Este es precisamente uno de los aspectos que más fascina a Libbrecht y una de las razones por las que ha buscado la forma de captar imágenes que muestren todo el detalle, ya que al ser partículas tan pequeñas pasan desapercibidas al ojo humano y no funcionan del todo las técnicas de macrofotografía.
A pesar de que ha dedicado 15 años al estudio del tema sin otro interés que no sea analizar cómo se forman estas estructuras, Libbrecht hace la observación de que pueden salir algunas aplicaciones prácticas de aquí, sobre todo para la industria manufacturera. La formación de copos de nieve no solo permite analizar la física de la condensación de moléculas para la posterior formación de cristales, sino que da la oportunidad de estudiar el fenómeno del autoensamblaje, lo cual resulta práctico en esta época de equipos cuyos componentes tienden a la miniaturización.
Más detalles acerca de los copos de nieve, su formación y las diferentes formas identificadas en snowcrystals.com, donde hay extensas galerías de fotos captadas en lugares como Alaska, Vermont, Ontario y las montañas de Sierra Nevada en California.