Hoy se conmemora un año de aquel apagón histórico realizado en Internet por páginas como Wikipedia en inglés, Reddit, Mozilla, O’Reilly Media y WordPress en protesta por la inminente aprobación de la ley SOPA en Estados Unidos, una legislación cuyo propósito base era regular la piratería online pero cuyo alcance y consecuencias iban más allá de esa cuestión, sobrepasando incluso las fronteras estadounidenses.
Con SOPA prácticamente desaparecía la noción de Internet libre y abierto para dar paso a la censura y la persecución de aquellos que distribuyeran o hicieran referencia a contenidos de otros protegidos por copyright, situación que efectivamente daría al traste con la Sociedad de la Información y el Conocimiento que se ha estado construyendo sobre la base del Internet y sus facilidades. Debido a estas implicaciones, la lucha contra SOPA fue tenaz, de carácter global incluso, con la consecuencia de que esa legislación y otras propuestas de corte similar simplemente no pasaron.
Por tratarse de un tema de alto perfil, con implicaciones a nivel global, la victoria de activistas del Internet sobre SOPA fue cotundente y por eso se ha declarado al 18 de enero como el Día del Internet Libre. La ocasión será marcada por una serie de actividades, la mayoría de ellas en Estados Unidos, que es donde este tipo de movimientos tiene más fuerza. A través de la página http://www.internetfreedomday.net/ se hace un recordatorio de la lucha contra SOPA y se invita a honrar la memoria de Aaron Swartz, el activisita que se suicidó la semana pasada por los cargos federales que enfrentaba tras ser acusado de tomar material de JSTOR en MIT para hacerlo público, exigiendo justicia póstuma.
A pesar de que SOPA ya no representa un peligro, los activistas y defensores del internet libre siguen en pie de lucha porque otras amenazas persisten en el ambiente. No es solo que en países como China y otros de corte autoritario el acceso a Internet es limitado, lo mismo que la libertad de expresión y libre uso de la información, sino que organismos como la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), dependencia de la ONU, pretenden también ejercer presión para coartar ciertas libertades.
En diciembre pasado se realizó en Dubai una cumbre de la UIT donde se presentó un nuevo tratado que planteaba, entre otras cosas, aumentar el control sobre Internet, una postura compartida por países como Rusia, China, Irán y algunos estados africanos. En total 55 países no firmaron el nuevo tratado, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido y Colombia. Previo a la cumbre, activistas, blogs especializados y compañías como Google hicieron su parte de alertar al público respecto a lo que se proponía lograr el organismo a puertas cerradas en el entendido de que esas acciones irían en detrimento de un internet libre y abierto.
En conclusión, aunque SOPA no represente una amenaza desde hace un año, persisten otros peligros que pudieran afectar la forma en que se usa y se saca provecho al internet. Ello justifica que en julio pasado se activara la Liga de Defensa del Internet, de carácter internacional, y que hoy, con motivo del Día del Internet Libre, se recuerde la causa de Aaron Swartz y se mencionen diversas formas de colaboración con el tema.