Con una población mundial que sobrepasa los 7 mil millones de personas en la actualidad y que se proyecta seguirá creciendo exponencialmente a lo largo de las décadas, a expensas de limitados recursos, un escenario catastrófico como el descrito por Malthus en su “Ensayo sobre el principio de población” ya no parece tan descabellado o poco probable. La posibilidad es tan real que ya hay compañías y organismos gubernamentales previendo la necesidad de responder a la futura crisis con alternativas alimenticias que no dependan de fuentes tradicionales. ¿El resultado? algo que podríamos llamar comida sintética, la cual se produciría a la medida de cada cual en sintetizadores universales.
¿Suena como algo futurista y descabellado? Para la NASA no lo es. Tampoco para la Organización Holandesa para la Investigación Científica Aplicada (TNO), que tiene incluso un video demostrando como a partir de insectos, grama, algas y otras fuentes no tradicionales se puede tener una comida balanceada desde el punto de vista nutricional, hecha en casa con la ayuda de una impresora tridimensional y cartuchos que contrendrían los ingredientes pulverizados, con una vida útil de aproximadamente 30 años. El resultado final es una comida de formas y texturas que se alejan bastante de lo que hasta ahora llamamos “comida” y cuyo sabor probablemente no sea nada espectacular.
Explicando la visión
Curiosamente, la intención de la NASA al incursionar en este tema de un sintetizador de comidas no era buscar alternativas a la posible crisis alimenticia que se prevé en la famosa Ley de Malthus, sino desarrollar un mecanismo viable para el transporte de componentes alimenticios en masa a través del espacio para asegurar la nutrición de los astronatutas en misiones. Por este motivo la agencia espacial entregó un subsidio de 125,000 dólares por seis meses a la compañía de impresión tridimensional Systems & Materials Research Corporation (SMRC), pero, según lo ve su fundador, este sintetizador puede tener usos más prácticos en la Tierra.
Tomando en cuenta que se prevé una población mundial de alrededor de 15 mil millones de personas para el año 2100 y recursos que simplemente no darán abasto, Anjan Contractor, fundador de SMRC, visualiza un escenario donde solo los muy ricos tendrán acceso a aliementos reales. El resto, para sobrevivir, contará con comidas sintéticas fabricadas a partir de ingredientes poco tradicionales como los vistos más arriba en la visión de TNO.
Aunque no sea la idea más agradable o suculenta hacer una comida a base de insectos o grama, la parte positiva es que se tratará de un alimento balanceado desde el punto de vista nutricional, adaptado a las necesidades de cada cual según su edad, estatura, peso y estado general de salud.
Por el momento, Contractor usará los fondos de la NASA para desarrollar un sintetizador de pizzas, ya que este sería uno de los alimentos más fáciles de replicar en una impresora tridimensional por tratarse de una comida que efectivamente está compuesta por capas simples.
¿Y qué hay de TNO? En el video que acompaña a esta entrada se divisan nuevas estructuras y texturas producto de diversas formas de impresión tridimensional, entre ellas estereolitografía, sintetización selectiva láser y moldeado por deposición fusionada.