A pesar de su evidente utilidad, a poca gente le gusta usar casco protector, ya se trate de motoristas, ciclistas, usuarios de patinetas o gente que trabaja en construcción. Dos mujeres suecas, Anna Haupt y Terese Alstin, conscientes del peligro al que se exponen al salir sin casco en sus bicicletas y de lo incómodos que son de usar, decidieron buscar una solución revolucionaria. El resultado es Hövding, el primer casco protector invisible.
¿Qué hace a Hövding tan revolucionario? Para empezar, no se trata de un casco en el sentido tradicional de la palabra. Anna y Terese estudiaron durante 7 años la dinámica de accidentes en bicicleta. A partir de sus conclusiones se propusieron crear una protección que fuera cómoda, visualmente agradable y efectiva. El resultado es una bolsa de aire para ciclistas contenida en un discreto accesorio recargable para el cuello. En caso de accidente, se despliega, cubriendo cabeza y nuca pero dejando libre el campo de visión.
Desde ya podemos ver una sustancial mejora con respecto a los cascos tradicionales: Hövding protege la nuca de antemano, un área particularmente delicada debido a las conexiones con la columna vertebral y su efecto sobre las capacidades motoras.
El primer paso para usar Hövding es colocarlo alrededor del cuello y asegurarlo con el zipper, que debe cerrarse por completo para garantizar la activación de la bolsa de aire en caso de accidente.
La bolsa de aire está hecha de nylon ultra resistente para asegurar que no se rompa por rozaduras contra pavimento, cemento o cualquier otra superficie dura o rugosa. Sensores contenidos en el accesorio para el cuello detectan en base a algoritmos la ocurrencia de un accidente para así mandar la señal para el despliegue de la bolsa, que se activa con un inflador de gas a base de helio.
Anna y Terese pensaron en todo al desarrollar Hövding. El accesorio, si bien no puede lavarse, está hecho de un material resistente al agua y el sudor. Para cambiar el aspecto y jugar con la vestimenta, ofrecen forros intercambiables que pueden lavarse.
La batería, recargable a través del puerto USB de la computadora, tiene una duración aproximada de 18 horas en uso continuo. Hay un botón de encendido y apagado que muestra el estado con una luz, mientras que otras luces se encargan de informar el estado de la batería. Por último, una caja negra recoge 10 segundos de data del accidente, información que ha probado ser valiosa para la continua investigación de Anna y Terese.
Hövding vale 399 euros, equivalente a aproximadamente 541 dólares, mientras que los forros adicionales se venden a 59 euros cada uno (aproximadamente 80 dólares). Los envíos, disponibles a nivel global, son gratuitos a lo interno de Europa.