Con una población mundial cada vez mayor y recursos limitados, ¿llegará el día en que nos quedemos sin nada? Este es un viejo temor de la humanidad, y si bien hay quienes dicen que eso difícimente ocurra del todo, no se puede negar que el mundo vive ahora mismo una situación de crisis donde la pobreza y la contaminación se conjugan con fenómenos naturales para dar como resultado terribles hambrunas en Africa y alimentos que se cotizan muy caros en la bolsa de valores. Aunque todavía le falta un largo trecho por recorrer, algunos científicos han puesto sus esperanzas en la bioingeniería y la posibilidad de crear alimentos in vitro, empezando por carne.
Carne in vitro. Para algunos la idea resultará extraña y poco atractiva, mientras que en otros generará curiosidad. Actualmente en la Universidad de Maastricht, Holanda, hay un proyecto que busca cultivar carne de esta manera, usando células madres extraídas de un músculo de una vaca mediante biopsia. Mark Post, líder del proyecto, ha explicado a varios medios lo que sigue a continuación: con una dieta de azúcares, grasas, aminoácidos y minerales se procede a desarrollar el músculo, que luego se ejercita para que vaya generando carne a medida que se contrae.
Esta descripción, lo mismo que la idea en sí, definitivamente no es lo más atractivo, pero, para ser justos, el proceso tradicional de fabricar carne no es para nada agradable. No entraré en esos detalles porque no es el punto de esta entrada, pero sí hay algo que la gente debe saber: los procesos de ganadería, ya sean para fabricar carne, leche u otros derivados, ocupan el primer lugar en cuanto a emisiones de dióxido de carbono, señalado como el principal culpable del cambio climático y una importante fuente de contaminación.
Esta situación de cambio climático, un tema en el que los científicos aún no se ponen de acuerdo, unido a la realidad de una población mundial en constante crecimiento que enfrenta escasez de alimentos por una combinación de fenómenos naturales (sequías, ciclones, inundaciones, terremotos) recursos limitados y especulación en los mercados, son la justificación necesaria para esta clase de proyectos.
Contrario a lo que pudiera pensarse, la idea de crear carne in vitro no es nueva. La idea de que en algún momento la humanidad acabaría con todos sus recursos es vieja en efecto, y a modo de ejemplo está la Ley de Malthus, un ensayo demográfico publicado en 1798 donde su autor observa una tendencia de la población a crecer más rápido que sus recursos, con las consecuencias de lugar. Quizás porque la presión ejercida sobre los recursos naturales es real desde hace algunas décadas se buscan alternativas de laboratorio para paliar la situación. Cuando se informa que para 2050 la población mundial rondará los 9 mil millones de personas, de repente hace mucho sentido que se explore la posibilidad de crear carne y otros aliménticos “sintéticos”.
Por tratarse de una idea radicalmente diferente a lo que la gente está acostumbrada, este asunto de carne in vitro no resulta del todo apetecible para muchos. El doctor Vladimir Mironov, uno de los pioneros en el tema, explicó a la revista Science Focus que este concepto nada tiene que ver con alimentos genéticamente modificados ni con animales clonados. En este proceso el ADN queda intacto, pues simplemente se trata de replicar la forma en que se genera la carne sin la necesidad de tener el animal entero y ponerlo a sufrir en un matadero.
¿Qué opinan de esta idea? ¿Se convertirá en una necesidad real a largo plazo o se quedará en fase experimental? Sólo el tiempo dirá, pero, de momento, la idea es rara y a la vez da una idea de los avances logrados en ciencias.