La semana pasada, cuando faltaban horas para que arrancaran las preórdenes de su nueva consola, Microsoft protagonizó una acción que pocos esperaban: la compra de Bethesda por 7.5 mil millones de dólares, en efectivo.
Antes de continuar analizando lo que significa esto, hagamos una breve aclaración: Microsoft pagó eso por ZeniMax Media, una sociedad comercial propietaria de varios estudios de videojuegos, siendo el más famoso de ellos Bethesda Softworks -responsables de Elder Scrolls-, razón por la cual las noticias mencionaban este nombre de manera prominente. Otros estudios son ID Software, relativamente conocido (Doom es producto de esta casa), y otros de menor perfil como Alpha Dog Games y Tango Gameworks.
Ahora que esto está aclarado, sigamos: ¿qué significa que Microsoft comprara ZeniMax por 7.5 mil millones de dólares en efectivo? Es obvio que la movida de Microsoft con esta adquisición fue estratégica, sobre todo porque se anunció el día antes de que arrancaran las preórdenes de Xbox el pasado 22 de septiembre.
Con ZeniMax, Microsoft pasa ahora a tener 23 desarrolladores de juegos in house. Antes de esta movida, eran 15. El objetivo es hacer de Xbox una consola más atractiva en lo que respecta a contenido, pues la realidad es que en ese frente Sony le lleva bastante ventaja.
No es la primera vez que Microsoft hace un adquisición de este tipo, y como muestra de ello está el hecho de que esa compañía es dueña de Minecraft desde 2014.
Bethesda/ZeniMax no será la última adquisición de Microsoft en este terreno, pues la visión de los ejecutivos para los próximos 10 años visualiza al entretenimiento digital como un desarrollo crucial.
Para garantizar títulos de éxito, llamativos entre gamers, Microsoft dejará que Bethesda e ID Software se manejen de manera semiindependiente. En pocas palabras, se respetará su cultura de trabajo.
Hablando de Xbox, ¿qué tal le fue a la nueva Serie X en preórdenes? Similar a lo ocurrido con PS5, el inventario se agotó en horas, y lo mismo sucedió con su contraparte más económica, la Serie S. Habiendo dicho esto, un consejo: no confundir Xbox Series X con Xbox One X, pues al parecer algunos gamers despitados cometieron el error de comprar la segunda.