Hace ya dos años que Zuckerberg anunció sus grandiosos planes en torno al desarrollo del metaverso, procediendo a cambiar el nombre de Facebook a Meta para reflejar, entre otras cosas, ese cambio de enfoque.
Por supuesto, no pocos especularon que el cambio de nombre y enfoque de lo que entonces se llamaba Facebook encerraba una movida que buscaba echar a un lado la mala reputación de una compañía que con el paso del tiempo se mostró poco ética e irresponsable en su manejo.
Dos años después, Meta sigue en pie, lo mismo que la red social Facebook -aun si pudiera parecer un desierto- y los demás elementos que conforman este conglomerado.
Lo que no se menciona mucho al cabo de estos dos años es, justamente, lo que habría inspirado el cambio de nombre: el metaverso, una idea tan futurista que para algunos es, simplemente, extraña y carente de sentido.
El concepto, según sea presentado o vendido, resulta interesante: un mundo alterno que existe dentro de una máquina, impulsado por inteligencia artificial, nube, realidad aumentada, realidad virtual, edge computing y otros avances de vanguardia.
El acceso a este mundo alterno, donde podemos trabajar, comprar, socializar y llevar a cabo una existencia como la llevamos en el plano físico, es, idealmente, a través de algún casco o visor de realidad virtual/mixta/extendida.
Quizás sea esta visión, la de tener acceso a través de un casco, lo que ha frenado el avance del metaverso según Zuckerberg en estos dos años, al punto que abundan los rumores de que este proyecto estaría siendo eliminado o modificado, como en efecto se vio en el reciente evento Connect de Meta.
Cierto es que Meta tiene esos casos o visores a la disposición, gracias a la compra de Oculus unos años atrás, pero el problema es que la adopción de esta tecnología ha probado ser pesada a lo largo del tiempo.
Poca gente tolera la idea de pasar horas con un pesado casco o visor para hacer lo mismo que estaría haciendo en la vida real, aun cuando haya la promesa de mundos más coloridos y bonitos en ese metaverso.
El hecho de que Horizon Worlds, un ofrecimiento de Meta intrínsecamente ligado al metaverso, haya salido días atrás para móviles y PCs, donde no se necesitan esos cascos, da peso a la idea de que la concepción original ni es deseable ni es atractiva para el común de la gente.
Ustedes, ¿qué dicen?
