Así como la moda es cíclica, en tecnología ocurre lo mismo. Aviación supersónica, un concepto que básicamente dejó de existir cuando el famoso avión Concorde cesó sus operaciones en 2003, va camino a resurgir en la década de 2020 con prospectos más viables.
Un poco de historia
Con una velocidad máxima de Mach 2.04, equivalente a aproximadamente 2,519 kilómetros por hora, el Concorde sobrepasaba en más del doble a la velocidad del sonido (Mach 1), característica que le permitía viajar de Londres a Nueva York en 3 horas y 30 minutos en lugar de las 7 u 8 que normalmente toma esa ruta.
Este avión, uno de dos supersónicos en ofrecer servicio comercial en la historia de la aviación, inició sus operaciones formalmente en 1976, siete años después de haber completado con éxito su primer viaje supersónico.
Así como eran de rápidos, estos aviones eran famosos por el ruido que hacían y por lo caro del servicio. Para que se tenga una idea, un boleto de una sola vía Londres-Nueva York valía más de 5,000 dólares en 2003, el año en que el Concorde cesó sus operaciones por una combinación de factores que iban desde su poca rentabilidad y escasa demanda hasta un trágico accidente en el 2000.
Aviación supersónica hacia 2020
Boom Technology, una startup estadounidense fundada por el piloto y empresario Blake Scholl, se propone conquistar cada uno de los obstáculos que en su momento hicieron inviable la aviación supersónica.
Avances en diseño aerodinámico, sistemas de propulsión y materiales, que ahora tienden a ser más livianos y resistentes a los elementos, permiten a Boom Technology lograr un ahorro en costos que se traduce en mejores márgenes operacionales para las aerolíneas y en precios más asequibles para el público.
El prototipo de Boom, un avión con capacidad para 45 pasajeros, está pautado a ponerse a prueba en 2017. De momento se estima que un boleto de ida y vuelta para la ruta Nueva York-Londres tendrá un costo de 5,000 dólares por pasajero, más o menos lo que costaba un boleto de una sola vía en 2003 a bordo del Concorde.
La propuesta de Boom no solo es más barata que el Concorde, sino que es más rápida, ya que el avión -modelo XB-1 (o “Baby Boom”)- es capaz de alcanzar una velocidad máxima de Mach 2.2, 2.6 veces más rápido que otros aviones comerciales. Asimismo, al integrar tres motores, reduce considerablemente los niveles de ruido, una queja frecuente con su antecesor.
El precio de venta estimado de estos aviones es 200 millones de dólares por unidad. Siendo el caso que el tiempo se hace cada vez más escaso, es probable que el público viajero esté dispuesto a pagar una prima con tal de acortar la duración del viaje y sacar máximo provecho al mismo, ya sea para negocios o placer. Ustedes, ¿qué opinan?