2017 ha sido un año histórico para Bitcoin: de menos de mil dólares que valía en enero llegó a sobrepasar los 19,700 dólares hace apenas cuatro días, rompiendo toda clase de récords durante un rally que se manifestó con inusitada fuerza desde la última semana de noviembre.
No hay dudas de que la subida de Bitcoin ha sido espectacular, de la misma forma que también lo son algunas de las predicciones más osadas que se han tirado por ahí. Hay analistas que apuestan a que la moneda virtual podría llegar a valer un millón de dólares hacia 2020, estableciendo de paso un nuevo orden financiero mundial. Otras predicciones, aún cuando son extravagantes, toman en cuenta la volatilidad de la moneda y apuestan a una estrepitosa baja que sería en realidad una corrección del mercado.
Aun cuando la idea de un Bitcoin de valor millonario resulte atractiva en extremo para quienes participan activamente en su intercambio, por el momento el mercado parece haber dado el giro más temido de todos, y uno que ha sido advertido infinidad de veces por renombrados economistas y analistas de mercado: baja estrepitosa y repentina.
Este viernes 22 de diciembre, justo en la víspera de Navidad y cuando ya muchos empiezan a cerrar sus libros por el año, Bitcoin empezó a desinflarse, llegando a estar momentáneamente por debajo de los 11 mil dólares, una baja de alrededor de 45% comparado a su punto más alto de 19,783 dólares alcanzado el pasado 17 de diciembre. Con el paso de las horas recuperó algo de su valor, colocándose en 14,618 al momento de este escrito.
Precios Bitcoin para diciembre 22, 2017 (© CoinDesk)
Decir que estalló la burbuja que para muchos representa Bitcoin es algo prematuro en este momento, pero ese nivel de volatilidad ciertamente pone en duda la permanencia de rally que tantos titulares generó hace apenas unas semanas.
Analistas estadounidenses achacan el fenómeno de hoy a una combinación de temor, incertidumbre y dudas con respecto a Bitcoin. Si a esto añadimos que con motivo de cierre de año hay jugadores que desean asegurar sus ganancias, el efecto podría ser una venta masiva de la moneda la moneda virtual, situación que inevitablemente lleva a una baja en su precio.
Quienes llevan años en este asunto de Bitcoin señalan que este comportamiento es parte de un ciclo normal. Sin embargo, como la subida de la moneda ha sido tan notoria, existe el temor de que en una segunda ronda de venta masiva el precio baje aún más, precipitando así la temida caída libre que tanto se ha anunciado. Peor aun, algunos analistas indican la posibilidad de efecto dominó para otros mercados.
El hecho de que Bitcoin en cierto modo no pasa de ser una moda que pretende convertirse en la disrupción del mercado financiero no ayuda a la causa. Hay un fuerte componente psicológico presente en cada subida o bajada de precio de esta moneda, lo cual en sí representa un terreno muy inestable para inversionistas que buscan asegurar su inversión.
En contra de Bitcoin y su posible permanencia a largo plazo hay muchos elementos: no es una moneda aceptada en la mayoría de los comercios, su uso está asociado a actividades ilícitas, es la moneda de preferencia de hackers, su minería demanda una cantidad considerable de energía y, por si fuera poco, se está incurriendo descaradamente en la práctica de cryptojacking, que consiste en aprovechar la capacidad de procesamiento de smartphones, tabletas, PCs para minar monedas -Bitcoin o cualquier otra virtual- sin consentimiento del propietario.
