El acto de cepillarnos los dientes, aunque simple en apariencia y básico en conocimiento, es en realidad una tarea compleja y delicada que no tarda en dar señales cuando se hace incorrectamente.
Para saber que tan bien o tan mal nos cepillamos los dientes basta con revisar las cerdas del cepillo de dientes: si estas están dobladas o torcidas, es muy probable que lo estemos haciendo mal. De igual forma, encías sensibles, caries y otras molestias son indicios de que el cepillado se ha estado haciendo de forma incorrecta.
La regla de oro al cepillarnos los dientes es durar dos minutos, distribuidos equitativamente en cada cuadrante de la boca, con suaves movimientos circulares en un ángulo de 45 grados para asegurar que se alcancen todos los dientes.
Aun cuando se recomienda realizar el cepillado al término de cada comida, siguiendo los pasos mencionados anteriormente, sucede muy a menudo que la gente se cepilla a lo sumo dos veces al día: al levantarse y al irse a dormir. Las razones son variadas y, en una buena parte de los casos, tiene que ver con la escasez de facilidades para ello cuando estamos fuera del hogar. El resultado no se hace esperar, y va desde mal aliento hasta acumulación de sarro y otras situaciones que a largo plazo pueden complicarse hasta requerir cirugía.
¿Qué podemos hacer para mejorar la técnica? SEVENS, una startup china, propone una solución que básicamente se enfoca en el instrumento que normalmente usamos para nuestra limpieza dental diaria: el cepillo.
Se trata de un enfoque disruptivo ya que la propuesta, llamada CHIIZ, es un instrumento que asemeja la dentadura, diseñado para introducirse en la boca por 30 segundos, tiempo en el que aplica tecnología sónica para una limpieza simultánea de cada diente, siempre siguiendo los lineamientos de dentistas de todo el mundo.
Al tratarse efectivamente de un cepillo de dientes automático, la limpieza que ofrece CHIIZ es manos libre, dejando al usuario en libertad de hacer otras cosas durante esos 30 segundos. El dispositivo está diseñado para abarcar cada área de la boca, incluyendo los molares, que son de los más difíciles de alcanzar con cepillos tradicionales.
Las cerdas de CHIIZ están ubicadas en el recomendado ángulo de 45 grados respecto a las encías, y esto lo que hace es evitar daños a la encía, incluyendo su retroceso, una de las razones más comunes por las que bebidas frías o calientes nos resultan molestas. Para su funcionamiento debe ejercerse una ligera presión con los dientes -como si estuviesemos mordiendo, y mantenerla estable por esos 30 segundos. Finalizado este tiempo basta con sacar el aparato y enjuagarlo.
Pasos para usar CHIIZ
CHIIZ está hecho de un material antibacterial, lo que facilita su mantenimiento. El producto está diseñado para usarse conjuntamente con un mousse dentífrico que hace las veces de enjuage bucal para un aliento fresco. El motor sónico, componente central, ofrece 20 sesiones de limpieza en una sola carga.
En estos momentos CHIIZ se encuentra en fase de recaudación de fondos en Kickstarter, donde lleva acumulados más de 195 mil dólares, muy por encima de su meta de 10 mil dólares. Los primeros envíos están pautados para septiembre. Por un tiempo limitado el kit básico puede comprarse a 69 dólares, lo que representa un 50 por ciento de descuento.
