Cuando elegiste tu aire acondicionado, seguro dedicaste mucho tiempo a planificar e investigar cuidadosamente cuál era el equipo adecuado para tus necesidades.
Ahora que ya lo tienes, es el momento de configurarlo y asegurarte de que estás aprovechando al máximo tu inversión, pero con tantas características y funciones diferentes para comprender, ¿cómo sabes por dónde empezar?
De la mano de Daikin, un líder en el mercado de la climatización, te presentamos una guía perfecta:
Calificaciones de consumo de energía. La Unión Europea estableció un esquema de etiquetado de consumo de energía en el que la eficiencia energética de un electrodoméstico se clasifica y etiqueta a través de un conjunto de clases de eficiencia energética de la A a la G. El grado A, por ejemplo, se divide en tres categorías: A+, A++ y A+++. Cada signo + equivale a un 10 por ciento adicional de eficiencia energética. Bajo esta premisa, los aires A+++ son un 30 por ciento más eficientes que los que tienen calificación A y un 20 por ciento más eficientes que los A+.
Tecnología Inverter. Inverter es un tipo de tecnología que reduce el desperdicio de energía en los aires acondicionados mediante el control eficiente de la velocidad del compresor. En lugar de gastar energía arrancando y deteniendo, el inversor ajusta la velocidad del compresor para que funcione de manera continua y más eficiente. Esto significa, además, que la temperatura en la habitación será mucho más constante, evitando caídas o picos repentinos de temperatura.
Refrigerante R-32. El refrigerante es la sustancia utilizada en los sistemas, que permite la transferencia de calor entre el aire interior y el exterior. Un refrigerante absorbe el calor ambiental y, después de pasar por compresores y evaporadores, proporciona aire fresco. Sin refrigerante, no habría tecnología de aire acondicionado, refrigeración o congelación. El R-32 es un refrigerante de un solo componente de próxima generación que transporta el calor de manera eficiente y tiene un menor impacto ambiental. Puede ayudar a reducir el consumo de electricidad hasta en un 10 por ciento en comparación con los que utilizan otros tipos de refrigerante.
Detección de movimiento (2 o 3 direcciones). Los sensores de movimiento en la unidad detectan la presencia de personas en un área y funcionan para desviar el flujo de aire de ellas, lo que garantiza una comodidad óptima para el usuario. Estos potentes sensores también pueden detectar cuando una habitación está vacía y cambiarán el aire acondicionado al modo Econo o de ahorro de energía. Esta función reduce el desperdicio de energía innecesario que puede ocurrir al encender y apagar el equipo con frecuencia o al olvidar apagarlo cuando la habitación no se está utilizando.
Filtro de limpieza automática. Algunos equipos ahora tienen filtros autolimpiantes. La acumulación de polvo puede hacer que el aire acondicionado tenga que trabajar más, lo que reduce su rendimiento general. Los filtros autolimpiantes eliminan las partículas de polvo del aire y luego se limpian periódicamente automáticamente con un cepillo integrado. Esta función reduce la necesidad de limpiar manualmente los filtros y garantiza que siempre funcionen con la máxima eficiencia.