X. Según indican algunos documentos legales que se han depositado como parte de sendas demandas contra Musk por censura en Twitter, ese sería el nuevo nombre oficial de la compañía asociada a esa plataforma: X.
Según se deduce, Twitter, Inc. ha sido absorbida por X Corp., una compañía de muy reciente creación salida de la mente caprichosa de Musk y cuyo objetivo sería dar forma a X, una aplicación “para todo” que el propio Musk ha mencionado anteriormente como parte de sus planes.
Esta información, conocida por accidente y aparentemente confirmada por Musk en uno de sus numerosos tuits, no ha sido validada formalmente por nadie vinculado a la compañía, pero eso a nadie debe sorprender.
En primer lugar, luego de la infame adquisición por 44 mil millones de dólares en octubre pasado, Twitter dejó de ser entidad pública que cotiza en bolsa, por tanto no hay obligación alguna de socializar cambios de esta naturaleza. En segundo lugar, es parte del estilo Musk crear un misticismo alrededor de cada una de sus morrocotudas ideas, aun si son malas en esencia.
X
— Elon Musk (@elonmusk) April 11, 2023
Sea como sea, está fuerte cambiar de Twitter a X, una letra que no representa nada en particular, pero al mismo tiempo es muy fuerte el cambio que se ha venido operando en la plataforma, así que esta evolución quizás sea la salida menos mala y la más dignificada para una red social que fue parte importante de esa revolución digital.
Desde que Musk asumió el mando en Twitter, la plataforma ha perdido su esencia y su magia. Ahora mismo cualquiera ouede tener un cotejo de verificación, sin que este represente o signifique nada en particular. El soporte al usuario es inexistente. Muchas de las funcionalidades que hacían de Twitter una plataforma social práctica han ido desapareciendo.
Dejando entrever sus ínfulas de dictador y de político de quinta, Musk prometió muchas cosas si llegaba a adquirir Twitter, empezando por libertad de expresión. Paradójicamente, iniciada la era Musk la censura ha estado a la orden del día, representada por un conjunto de cuentas suspendidas, ofensas a título personal contra quienes se oponen a cualquier cosa y la prohibición de links hacia recursos externos.
Aunque muchas de esas decisiones abruptas son echadas para atrás eventualmente, es evidente que a Musk no le gusta la competencia, y fue así como Substack se convirtió en una víctima reciente, siendo su delito el estreno de una funcionalidad que asemeja a Twitter en formato y funcionamiento.
El nuevo ofrecimiento de Substack, llamado Notes, propició un bloqueo contra esa plataforma que incluyó la categorización de sus enlaces como “poco seguros” y la deshabilitación de likes o retuits a colocaciones que contuvieran la palabra “Substack”. Es más, llegó a bloquearse la búsqueda de esa palabra en Twitter.
Niguna compañía sobrevive con un manejo tan medalaganario y circense como el de Musk, y por tal motivo podemos afirmar que Twitter está muriendo poco a poco. Una verdadera lástima.
