El concepto de la nube es utilizado extensivamente en cuestiones tecnológicas y digitales para referirnos a una forma de almacenamiento que no es física y que, por tanto, no ocupa espacio a nivel de nuestros discos duros. Hay una bocina para música que lleva este concepto a un plano más realista, con efectos especiales para una experiencia estética llamativa y relajante.
Llamada simplemente Cloud, la bocina en cuestión es creación del diseñador Richard Clarkson, quien se inspiró en una tormenta para agregar efectos especiales con luces que reaccionan a la música.
En su versión original esta nube estaba diseñada para colgarse del techo, pero recientemente Clarkson se unió a Crealev para diseñar un modelo flotante que se llama “Making Weather”. Esta obra de arte tiene luces LED al igual que la primera, pero la novedad es que se hace acompañar de una base magnética ovalada que le permite levitar entre una y dos pulgadas. La sincronización con la fuente de música -que puede ser el smartphone- se hace a través de Bluetooth.
Las cosas flotantes, aparte de llamativas, al parecer tienen un efecto relajante, como se vio con Air Bonsai hace un tiempo. La nube flotante de Clarkson y Crealev es un concepto por el momento, pero si se fuera a poner a la venta, lo más seguro no sea barata: la original puede llegar a valer más de 3,000 dólares.