Entre vehículos autónomos que en teoría pondrían fin a los accidentes causados por error humano y alternativas de transporte que buscan aprovechar el espacio aéreo y subterráneo para combatir los tapones nos encontramos con una realidad que poco a poco va tomando forma: en un futuro no muy lejano manejar un vehículo o ser propietario de uno no necesariamente será una prioridad.
Es una tendencia que actualmente se manifiesta a través de servicios que como Uber y Cabify prometen ayudar a navegar ciudades congestionadas con menos estrés y menos contaminación para el medioambiente por vía de una teórica reducción de vehículos en la calle, siendo quizás la mejor parte que una vez finalizado el trayecto no hay que buscar parqueo. Esta misma premisa aplica a la idea de taxis voladores que la propia Uber está impulsando, y, de paso, es la razón por la que existen planes concretos para desarrollar Hyperloop y propuestas subterráneas.
¿Qué será de un futuro sin vehículos de uso individual? De entrada se puede apostar a una reducción de tapones y, de seguir la adopción de modelos eléctricos y sostenibles, a un medioambiente menos contaminado. En términos generales, ambas consecuencias serían bienvenidas, pero ello vendría acompañado de algunos retos prácticos en el día a día, sobre todo cuando se habla de un entorno libre de conductores por vía de medios de transporte autónomos.
El futuro representa retos y oportunidades, no solo en el término de transporte, sino a nivel de viviendas, convivencia, trabajo, ciudad y comunidad. Las compañías hoy vigentes necesitan ver más allá del presente para poder satisfacer esas necesidades que se irán presentando, y justamente de eso se trata e-Palette, un curioso concepto presentado por Toyota en CES 2018 que bien pudiera describirse como una solución multifuncional sobre ruedas.
Justamente previendo un futuro donde el placer de manejar será cosa del pasado y donde se apuesta más a lo práctico y funcional, e-Palette es lo suficientemente flexible como para servir de transporte de mercancías, de oficina móvil, de casa temporal o de transporte masivo para personas con solo algunos ligeros cambios en su configuración. Se puede incluso hacer una combinación de esas funciones de acuerdo a las necesidades imperantes.
Siguiendo tendencias que se están viendo ahora, ePalette será un vehículo autónomo, sin guía, pedales o palanca de cambios. La visión de Toyota llama a trabajar conjuntamente con compañías que podrían dar uso al concepto, las cuales tendrían la mano una plataforma de software que permitiría no solo configuar el vehículo de diferentes formas, sino también llevar un control de su paradero y uso. De momento se han unido Amazon, Uber, Mazda, Pizza Hut y la china Didi Chuxing al proyecto, cada cual aportando su experiencia y visión.
Los planes de Toyota son tener el concepto de e-Palette listo para ponerse a prueba en el año 2020, siendo su primera parada Japón a propósito de los Olímpicos que se llevarán a cabo ese año en Tokio. De ahí pasaría a probarse a Norteamérica y Europa.
De materializarse, e-Palette estaría disponible en tres tamaños: pequeño, mediano y grande. Uno de los grandes desafíos que enfrenta por ahora Toyota es el de las baterías y la duración de la carga, pero es posible que de aquí al 2020 la idea de vías electrizadas tengan cierto arraigo en economías que activamente buscan medios de transporte más sostenibles. De igual forma, no se descartan avances en lo que a diseño y tecnología de baterías se refiere, porque lo cierto es que se trata de algo que se pide a gritos.
¿Sería e-Palette una verdadera solución de movilidad urbana? Opinen en la sección de comentarios, que el futuro en lo que respecta a transporte luce interesante y hasta fantasioso en ocasiones.