Si eres de esas personas que a la hora de hacer una compra online se fija en las opiniones de otros, mucho cuidado: raras veces son de fiar esas reseñas.
Por años ha existido una mafia en torno a las reseñas que supuestos usuarios dejan en sitios como Amazon, un lugar donde marcas de renombre compiten con marcas de origen desconocido por el favor de los compradores.
Un vistazo a Amazon, y no es solo que tenemos todo un universo de opciones a nuestro alcance, sino que hay todo un conjunto de vendedores individuales que aprovechan la plataforma para manejar su negocio.
Es con estos vendedores particulares que suelen darse las mafias a las que hacemos alusión aquí, y el tema deriva de una necesidad imperante de generar una buena valoración e imagen que motive a compradores a confiar su dinero a ellos.
Hay veces en que los productos ofrecidos por estos vendedores simplemente no satisfacen las expectativas. En otras ocasiones, el servicio postventa deja mucho que desear.
Al experimentar una situación desagradable, lo normal es desahogarnos, y es aquí donde la sección de reseñas se convierte en zona de disputa.
Hay vendedores de estos que se las ingenian para violar las políticas de Amazon y dar con el contacto de esos compradores que osaron dejar una mala reseña. Una vez tienen esta información, empieza el descaro: en vez de revisar sus productos o su servicio, prefieren ofrecer compensaciones con tal de que ese comprador varíe o borre esa reseña desfavorable.
Habrá gente que tomará el dinero y no lo pensará dos veces, pero otros, como Katherine Scott, de Nueva York, prefieren dar a conocer esta realidad y llamar la atención al respecto.
El caso de Katherine, que involucra un rociador de aceite, fue dado a conocer por Wall Street Journal. Es interesante notar que el vendedor en cuestión no solo fue insistente en su petición, sino que ofreció el doble de lo que ella había gastado (20 dólares contra los 10 que costó el producto) en señal de “aprecio” por borrar esa reseña. Según relata, Katherine se negó, pues tan solo quería que le devolvieran su dinero, sin comprometer su opinión sobre su compra.
¿No sería mejor en el largo plazo que estas marcas o vendedores simplemente asuman su realidad y hagan mejoras al respecto? Es por eso que estamos inundados de tanta basura barata e inútil.