Luego de maravillar a medio mundo con un avance que hace casi humana a su inteligencia artificial, OpenAI está envuelta en lo que podría ser un gran escándalo, protagonizado nada menos que por Scarlett Johansson.
¿Qué tiene que ver una actriz de Hollywood con GPT-4o, el más reciente avance de OpenAI para ChatGPT? Más de lo que pudiéramos imaginar.
Una de las cualidades distintivas en GPT-4o -donde la “o” hace referencia a omni- es la capacidad de interactuar por voz de una manera no solo natural, sino coqueta y juguetona, con una voz que recuerda a la de la mencionada actriz.
Esta versión de ChatGPT impulsada por GPT-4o es lo más cercano a la interacción fluida y con visos de relación sentimental que se vio en la película Her, estrenada por 2013 y protagonizada por Johansson en lo que respecta a la voz de la hoy famosa asistente artificial inteligente.
Johansson no salió físicamente en la película, pero su voz es imposible de apartar de toda la experiencia, convirtiéndose en una especie de ícono que hoy parece hacerse realidad por vía de OpenAI… pero no es así.
No poca gente ha comparado la voz “Sky” en el nuevo ChatGPT con la de Johansson, y no poca gente ha asumido que hubo alguna especie de acuerdo o permiso de parte de la actriz porque, poco antes de presentar a GPT-4o, Sam Altman -CEO de OpenAI, posteó “her” en X.
Resulta que no, que Johansson ni es la voz ni dio permiso para que se buscara una voz tan parecida a la suya que confunde a cualquiera, y ahora la cosa adquiere tintes de demanda legal.
Johansson no tardó en denunciar lo que considera un abuso y una falta de respeto hacia su persona por parte de OpenAI, llegando a afirmar que fue contactada para prestar su voz al servicio en septiembre pasado, declinando participar.
Al salir la opción de voz “Sky” con la nueva actualización, Johansson no solo se molestó por esta movida de OpenAI, sino que se vio obligada a buscar asesoría legal para determinar cómo proceder.
De momento, el equipo legal de la actriz ha estado averiguando la forma en que OpenAI llegó a tener una voz como la de Johansson en su repertorio, respondiendo la compañía que nunca fue la intención lograr una réplica casi exacta. A todo esto, aseguran que la voz “Sky” pertenece a una actriz vocal que participó en el proceso de su creación.
En respuesta a la tormenta desatada, OpenAI, “por respeto a Johansson”, ha pausado el uso de la voz “Sky” en ChatGPT.
Moraleja: las movidas audaces, de esas que apelan a la nostalgia o a íconos pop o culturales, no siempre dan el resultado esperado.
Ante lo que pudiera ser una tremenda pesadilla, Sam Altman quiere alegar que se trató de un tema de mala comunicación con la actriz, admitiendo que sí fue contactada meses atrás y que ante la respuesta negativa volvió a hacer un intento días antes de la presentación de GPT-4o, pidiendo a Johansson reconsiderar.
Antes de poder hablar, sin embargo, salió al aire GPT-4o, con todo y el lío que ya conocemos. Sin duda, una mala jugada de Altman que podría salir cara.
